La Gimnástica duerme este domingo a dos puntos del descenso, en la décima posición del grupo I de la Segunda RFEF, después de lograr su tercer triunfo en cuatro partidos. La víctima propiciatoria en una abarrotada Albuera con más de 1.500 espectadores fue el Arenteiro (1-0), al que desarboló un gol anotado por Szymanowski, al que sus problemas físicos le han vuelto a convertir en un desequilibrio constante por banda y un oportunista del gol. La Sego aleja el descenso – no mucho – mete en el jaleo al Arenteiro y a falta de cuatro jornadas para el final hay once equipos en siete puntos (desde el cuarto, el Palencia, hasta el décimo cuarto, el Marino de Luanco). Una cosa de locos.

La Segoviana presentó una defensa inédita en el estupendo verde de La Albuera. Entró en el equipo Juan de la Mata por los sancionados Mansour y Javi Marcos y el segoviano pasó unos primeros compases de encuentro algo dubitativo para rallar a gran altura el resto del envite. Los demás, el equipo médico habitual de las últimas semanas con Rubén en izquierda, Borao por derecha y Rui acompañando a De la Mata. Manu y Nanclares en la zona de trabajo; con Llorente y Arribas por las alas, Conde en la creación y Borrego en la punta. Carmona, como casi siempre, guardando la línea de gol.

El Arenteiro toma el mando de inicio

Quizá esperando a que De la Mata se hiciera con las medidas de La Albuera como central, o porque el equipo segoviano contemporizó de arranque en previsión de un partido largo y extenuante,  el Arenteiro empezó mandón apretando por los costados y aprovechando el excesivo celo del colegiado, el extremeño Jayro Muñoz García,  para intentar sacar rédito de faltas laterales.  Achuchaba el Arenteiro sin terminar de probar a Carmona hasta que la Gimnástica metió una marcha más alentado por su público. No le dio fruto la mejora a los de Ramsés y solo un disparo flojo de Conde que no encontró el marco de Diego García, inquietó a los gallegos. Con mucha disputa del balón, tensión e incertidumbre alcanzaron los dos equipos el vestuario sin chutar entre palos y a la espera de saber lo que ocurría en otros campos para afrontar el segundo parcial.

En la segunda parte llegaron las oportunidades más claras

El Arenteiro dejó buen poso en La Albuera, con trazas de equipo cuajado y que apretó lo que pudo, sometió a la Sego desde la posesión en algunos momentos y pudo adelantarse en el marcador si no es por la sobriedad de Carmona y la efectividad de la zaga segoviana para tirar la línea. Con el paso de los minutos, la presencia física de los visitantes se vino abajo y los cambios en la Gimnástica decantaron el partido. Szymanowski dejó en evidencia a su par con varios centros envenenados al corazón del área en la antesala del gol que llegó a la salida de un saque de esquina botado desde la derecha del ataque gimnástico. El balón, pasado, lo acompaña de cabeza Llorente y Szymanowski con una precisa volea aloja el cuero en las mallas de Diego García. Éxtasis en La Albuera con veinte minutos por jugarse. Cidoncha y Nogueira primero y Gómez después también cumplieron a la perfección su misión al sustituir a Conde, Nanclares y Llorente, y bien pudieron castigar a un agotado Arenteiro en los últimos lances del partido, con el público de pie en una comunión con sus aficionados digna de las mejores tardes.

Una locura de grupo

La extraordinaria igualdad del Grupo 1 convierte cada partido en una batalla sin cuartel. Los de abajo siguen puntuando casi todos y no se rinden, los de arriba se despistan y pueden perder en cualquier campo – o en casa –  y los del medio empiezan a tentarse la ropa al verse metidos en un fregado impensable para ellos hace cuatro semanas. En estas circunstancias, casi desahuciada hace un mes, la Gimnástica ve como tiene al décimo cuarto – primero que desciende – a dos puntos por detrás y al quinto a cuatro por delante. Con cuatro partidos por delante, dos fuera contra Marino y Coruxo y dos en casa con Llanera y Cristo Atlético, la Sego depende de sí misma para mantener la categoría, porque lo de mirar para arriba por muy tentador que parezca, está prohibido en el vestuario dadas las circunstancias. De momento, el Marino espera en Asturias y la Gimnástica viajará a la caza de los cuarenta y dos puntos, una cifra que lo mismo no sirve para amarrar la permanencia.