La primera noticia que encontramos sobre fútbol en Segovia data de 1907. Pero el incipiente deporte no cobraría fuerza hasta 1923, año en el que se empezaron a formar equipos: Sporting Club, Racing de Segovia, Internacional, Cañón Club, Conejo Blanco, Ugarte F.C., Deportivo, Stadium, Club de los 25, … Sin embargo, no está claro que fueran sociedades deportivas oficiales. Más bien eran grupos de amigos que se organizaban para jugar de una manera más o menos fija en la explanada de la plaza de toros. También se creó la Sociedad Deportiva de la Academia de Artillería, descendiente de la Sociedad de Sports que apareciera diez años antes, de la que se podía ser socio por una peseta al mes. Ese mismo año se construyó el campo de la Dehesa, acondicionado con infraestructura para poder cobrar una entrada, al contrario que el de Baterías.

Años 40

Años 40

El primer club que imitó a la Sociedad Deportiva de la Academia de Artillería, organizándose con reglamento propio y junta directiva fue La Granja F.C., en 1923. Un año después los ciudadanos de la capital imitarían a los de San Ildefonso y aparece la Cultural Deportiva Segoviana. La ciudad contaba, pues, con dos sociedades deportivas, la de la Academia y la Cultural. Sin embargo, este último proyecto fracasó por las dificultades que tenían para potenciar el fútbol, sin un terreno de juego donde entrenar y jugar cuando quisieran, y la Cultural desapareció. En 1927 se intentó refundar la sociedad, pero el proyecto volvió a fracasar.

Acerca de la fundación del club, existen tres versiones diferentes. Una la aporta el diario deportivo Marca en su edición del día 20-III-1973. En ella sugiere que la fundación del equipo fue en 1925, pero sin aportar más datos que fundamenten su versión.

«Segovia, capital de provincia; su equipo representativo es la Sociedad Deportiva Gimnástica Segoviana. Ha jugado muchos años en Tercera División, es un club veterano de la región castellana; dentro de dos años se cumplirán sus bodas de oro (…)»

Otra es la defendida por Jopaeli en el libro Album Nacional de Fútbol, publicado en 1947, en la que sitúa dicha fundación en el 28 de junio de 1928.

«Después, como en tantos otros sitios de pequeña población, el haber varios conjuntos, en donde, como en Segovia, la afición todavía no era tan grande como para estar repartida y dar apoyo por igual a los diferentes clubs, alguien sugirió la idea de crear un solo club potente que representase aún más dignamente al fútbol segoviano. Y así salió a la luz su actual club Gimnástica Segoviana, el 28 de junio de 1928, con uniforme de pantalón azul y camiseta azul y grana a rayas anchas verticales, siendo sus principales fundadores don Francisco del Barrio Santos, como presidente; (…) que pronto pudieron lograr un terreno apropiado en el barrio de Chamberí, cerca de la Plaza de Toros, y en aquel mismo año de 1928 fue inaugurado el primer campo cerrado de Segovia (…).»

El uniforme inicial del equipo en sus orígenes fue blanquiverde en líneas oblicuas. El azulgrana se adoptó tras federarse el equipo en 1934 y se vistió por primera vez el 22 de septiembre de 1934 en un partido frente al Imperio F.C., como se recoge en el diario local del día siguiente.

«Ayer, como estaba anunciado, hizo su presentación en el campo de Chamberí el famoso equipo madrileño Imperio F.C. La Gimnástica inauguraba la temporada con todos los honores. Estrenaron una hermosa caseta, estrenaron unas bonitas camisetas roji-azules (…)»

Y la tercera versión es la del propio Francisco del Barrio, quien apareciera citado en el artículo de Jopaeli como primer presidente del club. Él sostiene como año de fundación del mismo el de 1930 y sorprende la cantidad de datos que aporta en su escrito del 6-III-1954 en Vanguardia Segoviana.

«En 1930 surge la Gimnástica Segoviana (…). Es curiosa la fundación de este equipo, que tuvo lugar en la calle José Zorrilla, en la peluquería de Eusebio del Barrio, donde un grupo de aficionados se reunía asiduamente. De los comentarios sobre nuestro deporte surgió la idea, al principio tomada con no mucha seriedad, de la fundación del equipo. No obstante, poco a poco la quimera fuese tornando en realidad propia. Eusebio del Barrio, José María Herrero, Mariano San Frutos, Felipe López y algunos más empezaron a tener fe (…) El primer equipo quedó constituido por Yanguas; Fernández y Otero; Paco, Santamaría y Perico; Sami, Chilín, Carlos, Rodríguez y Álvarez (…)»

De modo que no podemos establecer con exactitud hasta el momento la fundación del club. Sí que podemos afirmar que el hecho se situaría entre 1928 y 1930 y que la voz popular ha tomado como cierta a lo largo de los años la propuesta por Jopaeli: el 28 de junio de 1928.

Chamberí. El equipo se federa

El 28 de junio de 1932 la Gimnástica Segoviana pudo celebrar la inauguración del campo de Chamberí, del que era propietario, en el paraje del mismo nombre, cercano a la carretera de San Ildefonso. Se jugaron dos partidos entre la Gimnástica Segoviana y el La Granja F.C.: uno entre sus respectivos equipos infantiles y otro entre sus primeros equipos.

Por aquel entonces, el equipo jugaba partidos frente a rivales de la provincia y, en alguna ocasión, de provincias limítrofes.
Pero un hecho clave en los inicios del club acontecería en 1934, cuando se federaría a pesar de los riesgos que conllevaba dicha decisión. Obligaciones de calendario y desplazamientos largos podían llegar a poner en peligro un club que había llevado mucho esfuerzo levantar, dado que a esos gastos había que unir la falta de una afición que respaldase ese “paso al frente”.

El estreno de la Gimnástica Segoviana en una competición oficial comenzó el 22 de septiembre de ese mismo año en un partido frente al Imperio F.C. en el que presentó su indumentaria azulgrana en detrimento de la blanquiverde originaria. Hay quienes dicen que dicha camiseta se copió del F.C. Barcelona, mientras que otras versiones sostienen que la idea surgió de un ingeniero suizo que trabajaba en la fábrica Klein y que la diseñó con los colores de la bandera de su cantón. El estreno no fue muy bueno, puesto que perdieron por un rotundo 0-4.

Al haberse federado, durante esos años tuvieron derecho a disputar torneos como el Campeonato Regional Mancomunado de Castilla y el Campeonato de España Amateur. También alternaba dichos campeonatos con partidos amistosos, como el que jugó en 1934 frente al Ávila FC. 4-0 para los azulgrana en su primer enfrentamiento.

Por aquel entonces se compuso el primer himno del club, con música del maestro Arteaga y letra, al parecer, de Canales, funcionario municipal y autor de crónicas deportivas.

El mejor equipo de fútbol y el más valiente vive en Chamberí. En la lucha pone el corazón y siempre gana porque juega así. Entra noblemente, dando el pecho, en el sprint correo veloz, marcha hacia la meta por derecho y cuando chuta encuentra siempre el gol…

Aquella parecía una época eufórica para la Gimnástica, que incluso llegó a crear un grupo de teatro. El último partido disputado por los azulgrana antes del estallido de la guerra fue el 13 de julio de 1936, frente al Betis de Madrid.

Comenzada la guerra, la actividad del club durante cuatro años fue nula.

Postguerra y vuelta a federarse

Años 40

Años 40

La guerra fue un largo paréntesis para la Gimnástica Segoviana y para el fútbol segoviano en general. Pero tras la finalización de la misma, varios directivos decidieron recomponer el club, solicitando el necesario permiso para convocar a socios y aficionados y tratar con ellos las medidas que se estimasen necesarias. Dicha reunión tuvo lugar el 26 de noviembre de 1939 a las once de la mañana en el reservado del Café de La Unión.

Otro hecho clave fue la publicación de una orden del Consejo Nacional de Deportes por la que se devolvían a las sociedades deportivas los campos que les hubieran sido requisados. La Gimnástica recuperó, por tanto, Chamberí en marzo de 1940, pero únicamente como arrendatario (no como propietario). Y como el Racing Club (unión en 1932 del Castilla y el Racing Club Luises) ya no podía contar con el de Jauja, vendido por sus propietarios, los dos clubs acordaron fusionarse.

En un principio se quisieron llamar Segovia F.C., pero tuvieron que mantener el nombre de Gimnástica Segoviana por dos razones: el Consejo Nacional de Deportes no permitía la creación de nuevas sociedades deportivas y la palabra “Racing” no podía usarse por ser extranjera.

Volvían los amistosos esporádicos, entre los que se llegó a celebrar incluso un partido frente al Atlético de Madrid, que había pasado a llamarse Atlético Aviación. El resultado final fue de 0-10. Ya en 1941 el club se volvió a federar, participando en torneos como la Copa de Primavera y el ya conocido Campeonato de España Amateur. Cuando el equipo era eliminado, la temporada se saldaba jugando partidos amistosos que pudieran seguir entreteniendo a los aficionados.

De Chamberí al Peñascal

En 1942 el campo de Chamberí fue adquirido por el Frente de Juventudes. De modo que la Gimnástica Segoviana, que solo era arrendatario, se vio obligada a suspender sus actividades deportivas.

Los trabajos de explanación de los terrenos dieron comienzo en la segunda quincena de abril de 1943. Hacía falta dinero y, con el pertinente permiso, se abrió una suscripción pública. En la lista de suscriptores, encabezada por la Federación Regional Castellana con 1.500 pesetas, hubo donativos de 1, de 2, de 3 pesetas…
No obstante, la precariedad de medios no hizo desistir a los gimnásticos y finalmente pudo inaugurarse el campo con un meritorio esfuerzo de los aficionados que derrocharon energía y entusiasmo. En el recuerdo cabe destacar el grupo que a sí mismo se llamaba «el de los cinco amigos», compuesto por José Antonio Yanguas, Francisco del Barrio, Ramón Martínez López-Oliva, Isidoro López y Felipe Barroso, que curiosamente se reunía el día 5 de cada mes, y que pudo ver culminada la obra el 23 de abril de 1944. El campo fue inaugurado mediante un partido entre la Gimnástica Segoviana y el Regimiento Nº41, con resultado de 3-4 para el Regimiento.

El siguiente partido fue mucho más interesante, enfrentando a la Gimnástica Segoviana con el Atlético Aviación (nombre del Atlético de Madrid tras la guerra). Ganaron los madrileños por 0-4, en un partido en el que la Segoviana dio buena imagen pese al resultado.

Meses más tarde, el 3 de septiembre de 1944, sería el Real Madrid C.F. quien visitaría El Peñascal, accediendo a «estrenar» el campo con un enfrentamiento entre ambos clubs. No se podía imaginar mejor inicio para el feudo segoviano. El resultado fue lo de menos: 1-6. La prensa madrileña incluso dio una reseña del partido:

«Fue un fácil encuentro el que tuvo el domingo el Madrid, frente al modesto conjunto segoviano que actualmente está preparándose para participar en la competición de Liga de la Tercera División. Ante el Madrid era de esperar que se viese arrollado, pero no por ello los jugadores locales se mostraron cohibidos. Pusieron combatividad en la lucha contra un enemigo infinitamente superior, que además actuó rápido y compenetrado, ligando buen fútbol durante el constante dominio que sostuvieron a través del encuentro (…) En la Gimnástica, que está actualmente en la formación definitiva de su conjunto, apreciamos un gran valor para el porvenir, en su guardameta Calderón (…) ABC 4-IX-1944»

El equipo se estrena en Tercera

En la temporada 1944/1945 la Gimnástica Segoviana se estrenó en la Tercera División. Jugó encuadrada en el Grupo VI, junto al Real Valladolid, el Salamanca, el Béjar, el Imperio, el Zamora, la Ferroviaria, el Ávila, la Gimnástica Burgalesa y el Palencia. Realizó una temporada aceptable. También jugó la Copa Federación y el Campeonato de Aficionados. Al finalizar estos dos campeonatos, la «sed» de fútbol que tenían los aficionados hizo que se disputaran dos amistosos más. Los seguidores abarrotaron el campo en ambos encuentros: la Gimnástica Segoviana se había ganado, por meritos propios, el favor del pueblo segoviano.

Durante la siguiente campaña, la 1945/1946, la Segoviana siguió en Tercera División, en el Grupo VIII, pero con los mismos rivales. En el enfrentamiento en Béjar entre el equipo local y el azulgrana, Radio Segovia realizó la primera retransmisión de un partido de fútbol. Los aficionados, agrupados en torno a los escasos aparatos de radio que entonces había, siguieron masivamente las incidencias del encuentro. Tras una temporada desastrosa, quedó última en la clasificación, pero consiguió salvar la categoría frente al Alas, campeón de Regional.

A partir de la temporada 1946/1947, a pesar de los buenos resultados deportivos, las arcas del club no marcharon bien y sus directivos, que habían acudido a tómbolas, rifas, verbenas e incluso una novillada para buscar soluciones, solicitaron al Ayuntamiento la municipalización del campo. El informe elaborado por el grupo de concejales encargados de estudiar el tema, a pesar de parecer muy favorable a la causa, fue desestimado. La Gimnástica hubo de enfrentarse a una situación económica bastante angustiosa, quedando al descubierto incluso con la Federación. El número de socios rondaba los 1.400 y las deudas totales del club rondaban las 100.000 pesetas.

En la temporada 1947/1948 la Segoviana quedó encuadrada en el Grupo VI. Lo más relevante de esta temporada fue el primer partido del equipo azulgrana jugado sobre hierba. Fue frente al Real Betis Balompié, que tras proclamarse campeón de liga en Primera División en 1935, había ido descendiendo hasta la Tercera División.

El partido se disputó el 14 de diciembre de 1947 en el campo de Heliópolis y nuestros jugadores acusaron ser «novatos» en el juego sobre esta superficie, perdiendo por 6-0.

De la sanción federativa al impago

Años 50

Años 50

Uno de los momentos más aciagos en la historia del club sucedió durante las temporadas 1948/1949 y 1949/1950, en el que la delicada situación económica «ahogó» a la Gimnástica Segoviana.

En la primera de ellas, el equipo quedó emparejado en la primera eliminatoria de Copa frente al Burgos CF. En el partido de ida, jugado en tierras burgalesas, el resultado quedó 3-3. En el partido de vuelta, la Segoviana venció por 3-2. Pero una protesta formal hizo que la Gimnástica no pasara la eliminatoria.

El Comité de Competición de la Federación Nacional de Fútbol acordó poner una multa a la Gimnástica Segoviana y darle por perdido el partido que había ganado al Burgos. El asunto armó mucho revuelo en Segovia, e incluso se cursaron telegramas al delegado nacional de Deportes y al presidente de la Federación Nacional de Fútbol, viajaron a Madrid el presidente del club y el gobernador civil, se interpuso recurso,… Pero no se consiguió nada.

El hundimiento deportivo, sumado al fracaso económico arrastrado, hizo que en Enero la Junta Directiva reanudara los trámites para la municipalización del campo de El Peñascal, renunciando a los derechos que tenía sobre él.

Lejos de mejorar, los problemas se acrecentaron en la temporada siguiente (1949/1950), en la que el equipo no pudo disputar ninguna competición por impago de los derechos a la Federación. El 27 de agosto el club recibió un telegrama de la Federación Regional concediendo 24 horas para efectuar el obligado depósito de garantía.

En total se debían 40.000 pesetas. Se acudió al Ayuntamiento, que concedió 15.000 y a la Diputación, que prometió 5.000 más, y la directiva escribió a la Federación ofreciendo esas 20.000 pesetas y pidiendo se aplazaran las restantes hasta que se sacasen de la venta de entradas en los primeros partidos. La Federación se mostró inflexible, exigiendo las 20.000 pesetas y un aval bancario por el valor del resto, lo que no pudo ser atendido.

Su lugar fue ocupado por el Valdepeñas y la Junta Directiva, dispuesta a que la Sociedad se mantuviera en pie, se preparó a organizar partidos como en los viejos tiempos.

Vuelta a la competición

Para la temporada 1050/1951 se preparó una reestructuración del fútbol español, ampliándose a cinco grupos de dieciséis equipos la Tercera División. La Gimnástica Segoviana pagó los derechos federativos y quedó encuadrada en el Grupo III.

La siguiente temporada, destacó por la incomparecencia ante el Cacereño, que acarrearía tristes consecuencias: se cesó al entrenador y se prescindió de los jugadores madrileños. Pero no sirvió de nada. Tras quedar en la penúltima plaza, la esperanza de los aficionados de manterner el club en Tercera División por la ampliación de ésta a seis grupos, quedaría frustrada. La Federación exigió que se liquidasen todas las deudas que el club tenía con ella, que arrancaban de la incomparecencia en el campo del Cacereño. Pero por no poder hacer frente al pago, tuvo que jugar en Regional.

Para esta nueva andadura en Regional, la Junta Directiva bajó la cuota de socios, dejándola en siete pesetas para los adultos y en tres pesetas para las mujeres y los niños en la temporada 1952/1953. La posibilidad de formar un equipo a base de la cantera local empezaba a cobrar fuerza.

El resultado de la campaña fue discreto, pero comenzaron a salir jugadores que apuntaban buenas maneras. La afición no tardó en entrever la posibilidad de un ascenso.

Los partidos amistosos seguían atrayendo equipos interesantes. Así, el 24 de junio de 1953, jugó por primera vez sobre el césped de El Peñascal un equipo extranjero. El partido fue frente al Freiburger Fussball Club alemán y terminó con el resultado de 1-2.

La siguiente temporada se recordará como aquella en la que se consiguió la mayor goleada de la historia en partido oficial: fue el 17 de junio de 1954 frente al Carabanchel. Ninguno de los equipos se jugaba ya nada y el Carabanchel vino a Segovia con sólo nueve jugadores, de los que uno fue expulsado en el primer tiempo y otro hubo de retirarse en la segunda parte por lesión. Resultado: 11-0.

El empeño de la directiva consiguió saldar el balance económico de aquel año con superávit, y la Gimnástica fue invitada a participar en el Campeonato de Liga de Tercera División en la temporada 1954/1955. No se dudó en aceptar la propuesta, así que fue adscrita al Grupo XV.

En la campaña 1955/1956 una nueva sanción federativa volvió a poner al borde del abismo al equipo azulgrana. Se había jugado el partido Segoviana-Europa Delicias, que ganaron los gimnásticos por 5-2. En el acta arbitral figuraba la alineación, formada en su habitual 3-2-5 por: Callejo; Antón, Polo, Costa; Miranda, Domingo; Navajo, Maíz, Herrera, Saugar, Valentín. Pero resultó que Miranda había sido jugador juvenil del Valladolid, bien conocido de muchos jugadores del Europa. Al no verle en el partido, reclamaron alegando una alineación indebida que fue atendida por el Comité de Competición de la Federación Regional de Fútbol. Dio el partido al Europa y, además, quitó otros dos puntos a la Gimnástica. El equipo no supo recuperarse del golpe y acabó cerrando la clasificación a final de temporada. No obstante, la ampliación a dieciocho del número de equipos que debían formar cada grupo de Tercera División permitió que la Segoviana mantuviera la categoría una temporada más.

Como contrapartida, al final de la temporada 1957/1958 se vio abocada a descender de categoría a pesar de quedar en decimocuarta posición, por otra reforma de la estructura futbolística del país. Bajaron los seis últimos equipos de cada grupo. Allí permanecería cuatro temporadas seguidas, llegando incluso a la final del Campeonato de Aficionados en febrero de 1961.

Retornó a Tercera División en la temporada 1961/1962 por la puerta grande: como equipo campeón en Regional y con un superávit de 5.183 pesetas. De modo que en la asamblea de aquel año se tomó el acuerdo de crear un equipo juvenil.

Nace el juvenil

Años 60

Años 60

La Gimnástica Segoviana decidió crear afición y apoyar decididamente el fútbol base segoviano. Para ello formó la Gimnástica B para desplazarla por los pueblos de la provincia y creó el equipo juvenil.

Este último trabajo fue encomendado a Juan Callejo, que ya en 1965 comenzó a trabajar en ello. Para la temporada 1966/1967 la Segoviana ya contaba con un equipo juvenil federado, disputando sus partidos en el Grupo D del Campeonato Juvenil Castellano. El sorprendente éxito cosechado por los muchachos se cristalizó con el ascenso en su primera temporada en competición oficial a la Primera Juvenil.

Y la cosa no quedó ahí. La temporada siguiente acabó la primera vuelta como líder e imbatido, contra todo pronóstico. Termino la campaña en segundo lugar, que daba acceso a jugar la fase de ascenso por el sistema de liga. Su actuación, en cambio, no pasó de discreta.

La Gimnástica aportaba su apoyo al fútbol base y Segovia contaba con tres equipos federados disputando competiciones oficiales:

el primer equipo de la Gimnástica Segoviana en Tercera División, el Club Deportivo Acueducto (fundado en 1930, recuperado en 1939 y 1953, y federado en 1959) en Segunda Regional y los muchachos del juvenil gimnástico, en Primera Juvenil.

El infierno en Regional

Años 70

Años 70

Después de ascender Tercera División, con la buena imagen dada en la campaña 1961/1962, la Gimnástica disfrutó de ocho temporadas consecutivas en dicha categoría. Se sucedían las temporadas con actuaciones discretas. Incluso la 1967/1968 el equipo rozó jugar la liguilla de ascenso, quedando tercero. No faltaron quienes, ante la buena marcha del equipo, temían la posibilidad de ascender, dudando que fuese económicamente rentable jugar en Segunda División. Algunos, incluso, difundieron el rumor de que la Junta Directiva no vería con buenos ojos esta posibilidad, la misma negó rotundamente la veracidad de estos rumores.
Pero dos años después, la Gimnástica Segoviana se toparía con un nuevo descenso a Primera Regional. Allí se encontraría con el CD Acueducto, lo que proporcionaría partidos vibrantes a la afición E incluso coqueteó con el descenso durante la temporada 1971/1972, en lo que comenzó a ser un «infierno» en regional. Infierno que se prolongaría durante doce temporadas.

La creación de la Regional Preferente entre Tercera División y Primera Regional en 1973, aumentó aún más la angustia gimnástica, al dejar al conjunto segoviano en Primera Regional por su papel mediocre la temporada anterior. Ahora el equipo se encontraba, en un abrir y cerrar de ojos, una categoría más lejos del objetivo de retornar a Tercera División.

Como la situación del club y los rivales que visitarían El Peñascal no auguraban una buena recaudación en taquilla, se adoptó una medida excepcional en la historia del club, que siempre había planeado en el ambiente: se prescindió de jugadores madrileños, que resultaban caros, y se compuso el equipo íntegramente con futbolistas de la cantera para la temporada 1973/1974. El resultado sorprendió a propios y extraños: la Gimnástica Segoviana consiguió el ascenso a la Regional Preferente.

Se decidió apostar por el mismo equipo en la siguiente campaña y no defraudaron. Desgraciadamente, la inmunidad de la que gozaban los segundos equipos del Real Madrid, Atlético de Madrid, Rayo Vallecano y Plus Ultra, que no descendían, hizo que la meritoria décima plaza de los chicos no fuera suficiente para eludir la promoción para el descenso. Solo el ascenso del Tomelloso a Tercera División haría eludir a los azulgrana esta posibilidad. Todo se puso en contra y la Gimnástica Segoviana tuvo que jugar la promoción frente al Ávila. El 2-0 en Segovia no fue suficiente para contrarrestar el 4-0 en la ida. Y, como si de una pesadilla se tratara, el club se veía abocado a descender a Primera Regional.

No se perdió la fe y se siguió trabajando en recuperar la categoría, siempre con la posibilidad del ascenso cerca. Se tardaron dos temporadas en lograrlo. Así, en 1977 se retornó a Regional Preferente, alternando los partidos en casa entre el viejo campo de El Peñascal y el recién inaugurado campo de La Albuera. Pero una vez más… fue un retorno fugaz. De nuevo el equipo se dio de bruces con la Primera Regional.

Pero el infierno, terminaría llegando a su fin. Con el advenimiento de la década de los ochenta, la Gimnástica se plantó en Regional Preferente, y esta vez no habría más descalabros. En la temporada 1981/1982, tras doce años en el infierno de Regional (8 en Primera y 4 en Preferente), la Gimnástica Segoviana abandonaría esta categoría para siempre.