La Segoviana ha derrotado este domingo (3-2) al Socuéllamos en un ejercicio de fe que va mucho más allá de lo futbolístico. El equipo de Ramsés Gil se sobrepuso a las bajas (Carmona, Pagola, Dani Arribas, Rubén, Acuña, Hugo Díaz…) para darle la vuelta en dieciocho minutos a un partido perdido en un frenesí ofensivo quizá poco ortodoxo, pero sí efectivo. Sería injusto negar los méritos futbolísticos de los gimnásticos, pero los emocionales pesaron tanto o más que los tácticos a la hora de remontar.
El Socuéllamos mejor de inicio
El Socuéllamos, que llegó a Segovia virtualmente descendido a Tercera RFEF fue mejor que la Sego durante sesenta minutos porque llegó más a la portería rival y porque estaba menos agarratado que una Gimnástica a la que parecía se le estaba haciendo eterna la temporada. La paternidad de Carmona y la sanción de Pagola le otorgaron la titularidad al juvenil Oliva, que ya había hecho dos intervenciones de verdadero mérito en los primeros veinte minutos.
Ramsés puso en liza una defensa de cuatro para arropar a Oliva con Borao por la derecha, Arévalo por la izquierda y Javi Marcos y López como centrales. Llorente y De la Mata como volantes con Astray de enlace; Borrego y Plomer por las alas y Gómez en punta.
La Segoviana lo intenta y el Socuéllamos pega
Con la Sego errática y previsible en la elaboración y con el Socuéllamos asustando en las transiciones llegó el primero de la tarde. Un balón vuela desde la derecha y Carlos Martínez libre de marca manda el balón a la jaula de cabeza. Entonces Ramsés sacrificó a Arévalo dando entrada a De Frutos para ponerse con defensa de tres centrales. La Segoviana solo generaba peligro con centros laterales para que Gómez o Astray – un remate suyo al palo fue la mejor opción de la Sego en al primera parte – pusieran en problemas a la defensa foránea
Otro más del Socuéllamos
Ubis hizo pronto el segundo para los suyos ya en la segunda parte y los hubo en La Albuera que no creyeron. Silbidos de los impacientes y abucheos a un Socuéllamos que empezó a perder tiempo sin rubor. Con la parroquia en plena depresión Gómez acortó distancias y desató la locura. Con Manu el Ivo ya en el campo el equipo percutió sin descanso y apelando a la heroica y a la calidad de Ivo llegó el empate con un soberbio recorte del canterano en el área pequeña para batir con maestría a Nieves. El empate era un hecho.
El Socuéllamos apela al orgullo y la Sego sentencia
El Socuéllamos ya no perdía tiempo. Valientes dentro de su drama deportivo, los castellanomanchegos adelantaron líneas. El partido era una suerte de ruleta rusa. López colgaba desde el carril zurdo balones que eran veneno puro para la zaga visitante, la Segoviana acumulaba efectivos en ataque ante la necesidad perentoria de sumar tres puntos que le permitieran continuar en la pelea por el ascenso, y el Socuéllamos andaba muy justo de gasolina y de moral.
Pocas veces, ascensos incluidos, explotó La Albuera como con el tercero de la tarde para los suyos. Gómez le gana la carrera a su par en un balón profundo desde la derecha, encara a Nieves y le cruza la pelota con la zurda, fuera de su alcance. Éxtasis. Un equipo muerto dieciocho minutos antes le había dado la vuelta al partido con actitud y coraje. A empellones. Fútbol.
Con este resultado la Gimnástica regresa a la Fase de Ascenso favorecida por la derrota del Villanovense y el empate del Estepona. El domingo que viene en Guadalajara la Sego tiene otra final, con un partido ante un rival poderoso que nada se juega y con cuatro autobuses de aficionados que pone el club gratuitamente para el desplazamiento masivo. Todo apunta a que el partido que cierre la temporada de liga regular ante el Adarve será trascendental para que, como mal menor, el equipo juegue la Copa del Rey. El premio gordo sería la Fase de Ascenso a Primera RFEF. A por ello.