La Gimnástica Segoviana sumó un épico triunfo (3-2) en una Albuera volcada con su equipo en las buenas y sobre todo en las malas, que de todo hubo, en el partido de este domingo ante la UD Montijo. El equipo de Ramsés Gil se marchó al descanso (0-2) y en un arranque de garra, corazón y fútbol mandó a la lona a un rival magistral a balón parado y con un oficio bárbaro, pero al que le pesaron los minutos y una endeblez puntual en la zaga. La Gimnástica Segoviana pecó de bisoñez en la estrategia desde la defensa y de imprecisiones en la zaga, pero sacó el coraje y una gran condición física para llevarse el partido. Después de seis jornadas, la Gimnástica es quinta con once puntos. Ojo, que puede ser un dato significativo aunque todavía quede el grueso de la temporada por disputarse.
Todo empezó al revés
Dijo Ramsés Gil en la previa que la UD Montijo era el mejor equipo a balón parado y tardó siete minutos en demostrarlo. Un saque de esquina desde la izquierda de Carmona lo mandó a la red Yeray, demasiado solo en el segundo palo. El equipo extremeño había sufrido algo en el arranque con intentonas peligrosas de la Sego que no inquietaron a Izan, guardameta visitante. La Sego, con el viento a favor, percutía bajo la batuta de Ivo, novedad en el once y auténtico protagonista del juego ofensivo de su equipo. Borao en el lateral derecho y Dani Arribas como extremo izquierdo fueron otras novedades en un once que pareció salir pendiente de los resultados de la jornada, que otorgaban a la Gimnástica la posibilidad de ocupar plaza de privilegio al final del día.
La UD Montijo dejó poso en La Albuera de equipo cuajado de mimbres aunque escaso de pulmones y con notoria diferencia entre los que salen de inicio y los que aparecen desde la banca. Abraham Pozo, Yeremy González, Barragán y Cristo Medina son jugadores en los que confiar para hacer de los extremeños un equipo fuerte del grupo, al menos lo que les dura la gasolina.
Todavía no había asimilado el gol en contra la Gimnástica pese a tener nuevas aproximaciones de peligro por mediación de un incisivo Fernando Llorente cuando el Montijo hizo el segundo al culminar Cristo con una vaselina ante Carmona un excelso envío desde su zaga y después de un despeje de Izán. Pudo hacer el tercero el Montijo, como también pudo acortar distancias la Gimnástica con un cabezazo de Borrego que parecía más sencillo meter en la portería que no hacerlo, como sucedió.
En la segunda parte, revolución
Como quiera que con Ramsés es imposible relajarse y los jugadores son conscientes de que los partidos no se acaban hasta que el árbitro – el gallego José Antonio Fernández Rodríguez este domingo – lo decida, la segunda parte tenía que ser o la de la redención o la del penar.
Manu y Dani Arribas, ambos amonestados, dejaron su sitio a Gómez y Juan de la Mata y el equipo empezó a carburar. Un disparo de Gómez en el minuto 47 fue el primero entre palos de los gimnásticos y en 52 Llorente pudo acortar distancias. algo que hizo en el 57 al mandar a la jaula un envío de Gómez. La entrada del nueve mandó a Acuña al extremo y los centros del paraguayo se convirtieron en tortura para la zaga extremeña. La angustia generada en los visitantes fue tal que todo el empaque que mostraron en 70 minutos se fue al garete cuando un mal despeje de Cardozo dejó el balón muerto en las botas de Gómez para que hiciera el empate.
Acababan de entrar Adrián y Hugo Díaz en el campo y la presión que sufría el Montijo era muy exigente. Con tres defensas, dos de ellos laterales, la Segoviana conformaba un cuadrado en el centro del campo que arrebañaba todo balón que pasaba por esa zona. Y todo ello con Llorente e Ivo en plan estelar y Gómez y Acuña como auténticos tormentos para la zaga foránea.
El Montijo se rehace después del empate
Con el empate Ramsés recompuso la línea de cuatro y el Montijo espabiló, pudo hacer el 2-3 en una contra – porque la Segoviana no sabe especular y siguió buscando el gol – y bajo la batuta de Yeray pareció rearmarse el cuadro de Juan Marrero, que intentó sin mucho éxito hacer permutas en el once que le mantuvieran en la intensidad que el choque requería.
Con la grada de La Albuera apretando y desesperada por las pérdidas de tiempo de algunos jugadores del Montijo llego el éxtasis en una jugada por banda con centro al corazón del área que terminó en las redes de Izan impulsado por un compañero. Corría el minuto 84 y La Albuera era una fiesta. Los extremeños, atónitos, comprobando que por segunda semana consecutiva les remontaban dos goles a favor y los gimnásticos, espoleados por su afición que volvió a superar las mil unidades, todavía pudieron hacer algún gol más antes del final del partido.
Después del triunfo de este domingo y teniendo bien presente que la temporada no ha hecho más que arrancar, pueden hacerse dos lecturas: «el equipo es quinto y se puede soñar con algo más que la permanencia» o «solo quedan 32 puntos para asegurar la categoría» siempre tomando como referencia los 43 que se necesitaron el pasado curso. La mayor parte de los que salieron este domingo de La Albuera seguro que pensaban lo primero. Ahora mismo el equipo es quinto con once puntos a cuatro del Melilla, líder sólido, y con una renta de cinco con respecto al lío de promoción y descenso.
El próximo domingo la Gimnástica viajará a Cerdanyola para disputar la jornada número siete del GRupo V de la Segunda RFEF. Que siga la racha.