La Segoviana es un equipo reconocible. En las buenas, en las malas y en los empates. Quiere el balón, evita los pelotazos y muere en la recuperación tras pérdida. Por es eso este domingo, con cinco cambios en el once con respecto al equipo que perdió en La Palma en la pasada jornada, la Gimnástica no solo no se resintió sino que desplegó un fútbol con vocación ofensiva. No puede decir lo mismo el Villanovense, que pese a repetir puesto por puesto el equipo que ganó el pasado fin de semana al Estepona, pasó por La Albuera mostrando una solidez defensiva notable, y una incapacidad manifiesta en lo que a generación de peligro se refiere. Carmona, que volvía a la titularidad, no tuvo que intervenir, mientras que su compañero Lázaro, en el otro marco, tuvo una tarde de mucho trabajo. El empate final (0-0) dejó satisfecho al equipo extremeño – porque no se puede ganar sin chutar a palos – y algo contrariado a Ramsés Gil no por el desempeño de sus futbolistas, sino por la sensación que te queda cuando se te marchan dos puntos siendo mejor.
Junto a Carmona, Ramsés Gil alineó a Adrián – fenomenal su partido, una semana más – De Frutos, López y Rubén en defensa; Juan de la Mata de medio centro; Fer Llorente y Hugo Díaz como volantes; Borao por la derecha, Ivo por la izquierda y Acuña en punta. La Segoviana fue mejor en la primera parte ante un conjunto extremeño que apenas podía estirarse en ataque y que mantenía al brasileño Higor como una isla en punta. Acuña – intenso, veloz y comprometido una tarde más, tuvo dos golpeos francos para marcar el primero de la tarde. El primero de falta directa y el segundo en un balón suelto. También pudo hacerlo Borao con un disparo que salió por poco. Lázaro, el mejor de lo suyos, convirtió en sencillo lo complicado y con una seguridad tremenda en casi todo el juego, desbarató las opciones gimnásticas con solvencia.
Llorente, sustituido antes del descanso
Fer Llorente, tan diferencial en el posicionamiento y generación de juego como siempre, tuvo que pedir el cambio poco antes del descanso con lo que parece ser una sobrecarga y que no debería impedirle estar a disposición del entrenador en el próximo partido. Entró en su lugar Borrego, voluntarioso en ataque y trabajador en defensa cuando tuvo ocasión. No tiene fortuna en los últimos metros el salmantino, pero lo suple con un compromiso fuera de toda duda. Con el equipo gimnástico haciéndose a la salida de su mejor exponente en la zona de creación, murió el primer parcial.
En la segunda parte cae Borao
Jorge Borao aguantó apenas cinco minutos de segunda parte y tuvo que ser sustituido con lo que parece ser otra sobrecarga. Salió al campo Gómez, que peleo lo indecible, como siempre, y que se asoció con Acuña generando quebraderos de cabeza a los extremeños. El segundo tiempo pasó con una Segoviana acogotando a su rival, con aproximaciones constantes por banda y mediante combinaciones por dentro. Destacable el papel de Juan de la Mata, que contó con la permisividad del equipo rival y pudo hacer y deshacer a su antojo, abriendo balones a las bandas para Acuña, Adrián, Ivo o Rubén, que llegaban alternativamente a línea de fondo. Tuvieron opciones de marcar Acuña, Gómez, Óscar de Frutos y Rubén, con un balón que lamió la cepa del palo de la portería de Lázaro, que solo tuvo una duda en todo el partido con un balón que hizo un extraño y a punto estuvo de complicarle la vida.
Las lesiones complicaron las ventanas de cambios a Ramsés Gil, que no pudo desarrollar el plan de partido que tenía previsto. Solo Arranz pudo entrar al campo en el último tramo para buscar aun más verticalidad en banda, pero el Villanovense acumuló hombres atrás y hasta renunció a las contras.
Con este empate sin goles, la Gimnástica sigue entre los cinco primeros del Grupo V de la Segunda RFEF con diecinueve puntos, mientras que el Villanovense alcanza los dieciocho. La próxima semana, el equipo gimnástico viajará a Extremadura para enfrentarse al Cacereño con la idea de sacar un buen resultado que le mantenga en la zona de privilegio. Este domingo, ante cerca de 900 espectadores, volvió a demostrar que tiene mimbres para pelear con cualquiera y que ganar en La Albuera no va a ser fácil. Nadie lo ha conseguido todavía.