Dani Abad es un jugador diferente, seguramente de otra categoría. El segoviano tiene desborde, buen golpeo de zurda, se asocia en corto con criterio e incluso es capaz de definir las ocasiones que tiene. Es un misterio que la campaña pasada no apareciera prácticamente nada de todo ello, pero al que lleva siguiendo las evoluciones del futbolista desde que era un niño no les sorprende lo visto este domingo en el partido de la Segoviana ante el CD Mirandés B. Utilizando un símil taurino Abad estuvo mayestático y pinturero toda la tarde y cuando le tocó ser sustituido, con las medias por los tobillos y las espinilleras en la mano, recibió la ovación del respetable como no podía ser de otra manera. El resultado (3-1) quizá fue algo corto para los méritos gimnásticos pero como dijo Manu González en rueda de prensa «No es fácil ganar y nos podemos llevar un disgusto si no respetamos al rival».
La Gimnástica compareció ante sus aficionados después de la derrota en Zamora con la terquedad del que sabe que lo de la tierra de Viriato fue un accidente. González dio entrada a Viti en el centro de la defensa y a Gómez en vanguardia para no repetir once y acostó a Borrego a una banda donde el salmantino demostró que también tiene trazas de pelotero. Con Manu escoltando a Asier en la medular, una línea de tres con libertad para Conde, y Abad y el mencionado Borrego en los costados más Gómez en punta; Rubén y Adrián en los laterales y Christian bajo palos. Enfrente el Mirandés B, un equipo con gotas de calidad, pero demasiado tierno para lo que el partido demandaba. «Hemos planteado el partido mal, y a la Segoviana le ha bastado con un tiempo bueno para ganar el partido», lamentó al final del choque Javier Bañuelos, preparador de los burgaleses.
El partido bailó al son de Dani Abad desde el comienzo. Varias jugadas de los azulgrana llevaron el sello del segoviano antes de anotar el primer tanto de la tarde aprovechando un balón interior que le permitió quedarse cara a cara con Alberto. El gol espoleó a los locales que volcaron el campo y asediaron a los rojillos – de blanco para la ocasión – que no tenían fuerzas para achicar balones. El segundo gol fue toda una novedad con respecto al ejercicio pasado: saque de portería profundo de Christian que Gómez pelea por alto para habilitar a Borrego que en galopaba espectacular habilita a Dani Abad para que, en el segundo palo, aumentara la renta. «El sistema es innegociable. Vamos a morir con nuestra idea de juego», clamó Manu González en rueda de prensa. Hoy le volvió a costar un gol a la Gimnástica el sacar la pelota jugada desde atrás, «pero son errores que también me los achaco a mi, porque yo les digo a los jugadores que hay que salir tocando desde atrás», explicó el entrenador. Antes del gol burgalés, anotado por Lucas, llegó la obra de arte de Asier – ya en la segunda mitad – para subir el tercer gol al luminoso. El de Campo de Cuéllar goza los partidos en el centro del campo donde distribuye e incluso pone cerco a la portería con su fenomenal disparo. «Es el futbolista de la plantilla que mejor entiende el juego, tiene que estar en contacto con el balón», aseguró González.
La segunda parte resultó ciertamente anodina, y los 733 espectadores que poblaron las gradas de La Albuera se marcharon tranquilos a sus casas al comprobar que su equipo mantiene el orgullo intacto y tiene la calidad suficiente como para pelear por el título con Zamora y Arandina. El próximo sábado ante el CD La Virgen del Camino en tierras leonesas, y el miércoles siguiente en Segovia ante el CD La Granja serán las próximas batallas deportivas de un equipo que muestra destellos, y que tendrá que mejorar cosas que para ello solo se han disputado dos jornadas de liga.