La Gimnástica ha tomado velocidad de crucero. Un ritmo difícil de contrarrestar por rival alguno, aunque como en el caso de este domingo, La Bañeza saliera respondona de la caseta y Aitor estuviera a punto de hacer gol en el primer minuto de partido. Pese a las bajas, los contratiempos en forma de sanción y la limitación de efectivos, la Sego ha sabido convertir las dificultades en alimento de su ambición, y solventa los partidos con superioridad en casa y paciencia fuera de La Albuera. El abultado triunfo (4-0) sitúa a la Segoviana a rebufo del Zamora, que no hace más que dejarse puntos en el camino en el último mes y que perdió en el Adolfo Suárez con gol de Domingo. Postrero servicio del de Navas de San Antonio.
Borrego, Adrián, Calleja y Gómez no estaban disponibles en la agradable tarde de domingo ante La Bañeza, y sin embargo los que si salieron al irregular césped supieron sacar adelante un partido que pudo complicarse en la primera jugada. Tuvo la Segoviana que adaptarse al maltrecho firme, y cambiar su habitual juego de rasear el cuero ante la imposibilidad de controlar los balones que brincaban como si de conejos se trataran. La defensa, con Javi Marcos como improvisado lateral derecho, más Viti y Rui de centrales y Rubén de lateral izquierdo tardó algunos instantes en ajustarse, el tiempo necesario para que Conde cogiera ritmo y empezara a mostrar detalles de clase cada vez más frecuentes en los últimos tiempos. Cuando Conde carbura, el equipo mete al balón una marcha más y se hace difícil de parar.
Pese al susto inicial, pronto llegaron los goles que evidenciaron que la tarde además de apacible en lo meteorológico lo iba a ser en lo deportivo. Primero Sales tras asistencia de Conde, luego Ivi con un disparo sin aparente peligro desde la frontal que Camilo, cancerbero visitante, acompañó con la mirada a la red, y Astray con un remate de cabeza en el área pequeña y libre de marca abrieron un abismo en el marcador que a todas luces parecía imposible de reducir. Y todavía quedaban cuarenta y cinco minutos
La segunda parte comenzó con el merecido descanso de Manu, que dejó su sitio a un Balta voluntarioso, al que todavía le cuesta mantener un contacto fluido con el balón. Llegará, porque ganas tiene. Conde siguió mostrando fogonazos de clase hasta encontrar su gol, el que amarraba inmisericordemente los tres puntos, y las entradas de los juveniles Arévalo y Barbudo agradaron a las más de 650 espectadores que disfrutaron de una sesión más que entretenida.
Gracias al triunfo la Segoviana sigue segunda, seis puntos por detrás del Zamora, y ocho por delante del Numancia B. Con un calendario bonancible en La Albuera y terrorífico fuera de Segovia, el equipo de Manu González sigue dependiendo de sí mismo para, al menos, meterse en Copa del Rey el próximo ejercicio. De momento, el Cristo Atlético espera el próximo domingo en La Balastera en un partido en el que Manu González no podrá contar todavía con Borrego y en el que espera recuperar a Adrián, Gómez y Calleja. Conde, que recibió ante La Bañeza un pisotón fortuito en uno de sus gemelos,trabajará con precaución durante la semana.