La Gimnástica Segoviana es equipo de 2ª RFEF después de su victoria de este sábado (0-2) ante el Júpiter leonés y a falta de cinco partidos para la finalización de la temporada. El ascenso,único objetivo planteado por el club desde el comienzo de la pretemporada, culmina un ejercicio de récord del equipo segoviano. Poco importa ahora que el logro sea a título administrativo poco más que un «no descenso» con la reestructuración de la competición, o que el equipo siga la temporada que viene en la cuarta división nacional. La plantilla y cuerpo técnico de la Sego han sido mejores que el resto y la próxima temporada merecen competir en una división en la que estarán involucrados equipos de mayor entidad. Será entonces cuando la Gimnástica podrá saber si su sitio es ese o puede aspirar a más o menos.
La Gimnástica compareció en el Área Deportiva San Casto de León con las bajas de Borrego y Adrián, pero con un once de absoluta fiabilidad. Manu González alineó a Carmona en portería; con Viti, Javi Marcos, Rui y Rubén en defensa. Manu y Nogueira en zona ancha; Calleja y Arribas por las alas con libertad para tirar peligrosas diagonales; Conde de enganche y Gómez en vanguardia.
La Sego salió dominadora, como acostumbra, y pronto Conde buscó la portería en una primera salva de fogueo que anticipó la pólvora de minutos después. La Sego fue todo lo superior que podía esperarse en el primer parcial, aunque fue el Júpiter el que pudo adelantarse con un disparo de Abad que repelió Carmona. Conde, en dos oportunidades casi consecutivas, puso por delante a la Gimnástica aprovechando primero un gran trabajo de Gómez en la presión y segundo un balón suelto en el área. Con los dos zarpazos de Conde, la Gimnástica durmió el partido en la recta final del primer parcial con Nogueira y el propio Conde en plan estelar, y Gómez generando una interminable suma de quebraderos de cabeza a la zaga local.
A la vuelta de los vestuarios la situación tornó casi dramáticamente. La Segoviana perdió el sitio, la pelota y se vio a merced del Júpiter que hizo méritos para marcar algún gol. Carmona, que en primera instancia arregló con una soberbia intervención un defectuoso envío a un compañero y que luego desbarató un par de aproximaciones peligrosas de los leoneses se erigió en el mejor de su equipo. La grave lesión de rodilla de Gómez – veremos a ver en qué queda, pero parece importante – descolocó al equipo y lo hizo sufrir como pocas veces esta campaña. Pese a ello, el oficio de Rui, la serenidad de Manu o la templanza de Nogueira dieron el empaque suficiente al equipo como para mantener la renta y llevarse los tres puntos en un partido en el que puede que solo mereciera uno, pero que en cualquier caso le hubiera valido para ascender. Con el pitido final, la fiesta quedó instalada en el césped. El manteo al utillero Josito, al entrenador Manu González, y ya en la caseta, la celebración por todo lo alto de un equipo que ha sufrido los rigores de una temporada atípica y que ha merecido cada punto de los que ha sumado.
Ahora con cinco jornadas por disputarse, el objetivo queda marcado en la consecución del título de liga, que habrá que pelear hasta el final. De momento, el Astorga el domingo para festejar el ascenso.