El capitán de la Gimnástica, Manu Olmedilla, reconoció el pasado jueves que el vestuario gimnástico estaba enfadado por la derrota ante el Astorga. Y lo cierto es que el Palencia Cristo Atlético pagó las consecuencias de ese enfado después de sufrir la ira gimnástica y caer en su propio terreno de juego (0-3) después de, sobre todo, una primera parte primorosa de los gimnásticos, vestidos de blanco para la ocasión y arropados por más de una treintena de aficionados de la Sego que se desplazaron a La Balastera en una tarde ideal para jugar al fútbol y en un terreno en muy buenas condiciones.

Manu González presentó un equipo en Palencia con Carmona en portería; Adrián, Rui, Viti y Rubén en defensa; Manu y Nogueira en la medular con Calleja, Conde y Arribas de enlace de Adeva, el más adelantado. La Segoviana comenzó mostrando sus credenciales con un disparo de Conde que atajó con solvencia el guardameta Dani. Lo volvió a intentar Manu instantes después con un fuerte chut que salió desviado. La Segoviana dominaba el partido sin dejar que los palentinos pudieran crear juego en la medular. Poco tuvo que intervenir en los primeros veinte minutos Carmona, que desde la lejanía observaba como sus compañeros controlaban el partido hasta golpear dos veces y de manera consecutiva en dos mazazos que a la postre serían definitivos. Primero Calleja, con una maniobra plena de calidad y favoreciéndose del rechace del guardameta, y luego Adeva, rematando de cabeza una jugada imperial de todo el equipo pusieron por delante a la Gimnástica. Los goles aturdieron al Palencia, que empezó a ver truncada sus aspiraciones de lograr el ascenso en la jornada, algo que solo conseguiría si ganaba la contienda. Con los dos goles de renta, el equipo morado apeló al amor propio y al menos se hizo con la posesión, pero la Segoviana daba la impresión de poder romper todavía más el partido con alguna contra.

Después del paso por el túnel de vestuarios,  salió el Palencia con la intensidad que le faltó en los primeros cuarenta y cinco minutos y en el segundo minuto pudo acortar distancias en dos aproximaciones con peligro. La Segoviana, con sangre fría, esperaba su oportunidad. Tuvo Silva la ocasión más clara para los morados en el minuto 55 con un balón que salió junto al palo de Carmona. A la Segoviana le costaba más hilvanar las jugadas, y la presión tras perdida de los palentinos les hacía claros dominadores de la pelota. El acoso de los locales se hizo patente por momentos, aunque la falta de puntería de los de Rubén Gala nunca terminó de exigir a Carmona. Con el paso de los minutos el Cristo Atlético perdió gas y los cambios en la Gimnástica le dieron la vivacidad suficiente como para sentenciar gracias al oportunismo de Borao que dejó el gol en bandeja a Rubén que redondeó la brillante tarde segoviana.

Con esta victoria la Gimnástica será campeona el próximo domingo con un empate ante la Cultural B. La liga de los coeficientes determina que a la Segoviana le queda poco más de medio punto para ser campeón. A falta de tres partidos parece, por lo tanto, cuestión de tiempo que se alcance el segundo reto. Ahora queda, como apuntó ya el capitán, ser el mejor equipo de Tercera de España. Están en ello.