La Gimnástica ganó al CD La Granja (4-0) en un partido en el que los pupilos de Manu González apenas cedieron ocasiones de gol a los visitantes. Con algunos cambios en el once inicial – David entró en portería, Asier pasó al lateral derecho y Viti al centro de la defensa para dar descanso a Rui – la Gimnástica solventó el partido pronto lo que deslució el espectáculo que solo entretuvo por momentos a los más de 800 espectadores que poblaron las gradas de la Albuera. Lo mejor, las buenas sensaciones que transmitió el portero local pese a la falta de trabajo que tuvo, los detalles de Borrego, y el hecho de que Conde vaya recuperando el nivel de la temporada pasada. Reconocimiento merece también Iván Salas que en apenas quince minutos de juego anotó dos goles que redondearon el triunfo.
La Gimnástica se encontró de inicio un rival replegado, con defensa de cinco y fiando a las transiciones sus opciones en ataque. Los dos zarpazos consecutivos de Abad y Conde, con sendos goles poco más allá del primer cuarto de hora dejaron el partido tan adormecido, que solo en la recta final pareció desperezarse. La Granja intentó, sobre todo en la segunda mitad cuando pasó a defensa de cuatro, presionar la salida de balón gimnástica para intentar sorprender a David, pero lo cierto es que su único disparo a puerta con verdadero peligro llegó en el minuto 90.
La Segoviana utilizó el partido para rotar jugadores y, en rueda de prensa, Manu González apuntó que los futbolistas que menos minutos han tenido ete miércoles – o que directamente no han jugado como Rui o Calleja – serán importantes en el once de los azulgrana ante el CD Bupolsa en San Amaro el próximo domingo a las 17.00h.
Gracias a la goleada – y sobre todo al dejar la portería a cero – la Gimnástica toma impulso y valida ante sus aficionados el discurso del criterio a la hora de sacar el balón jugado, sin rifar la pelota y generar peligro en la portería contraria fundamentada en la elaboración, aunque a veces cueste hilvanar jugadas. Todavía quedan detalles por mejorar y aspectos por pulir, pero cuando los partidos se ganan y los goles llegan, todo parece más sencillo