Empezó la temporada y como anticiparon tanto Manu González como Ivi en la previa les pilló el partido contra el Zamora demasiado pronto a ambos conjuntos. La victoria zamorana (3-0) estuvo amparada fundamentalmente en su efectividad, y en su mejor tono físico alcanzado en parte por la profesionalidad efectiva de sus jugadores, con dobles sesiones de entrenamiento y concentraciones de pretemporada. Aún así la Gimnástica mereció más, sobre todo en la segunda mitad en la que bien pudo haberle puesto en más aprietos en el marcador a los de David Movilla.

La Gimnástica no perdió la cara al partido en ningún momento.  El equipo, con su cuarta equipación por la coincidencia de colores con los locales, compareció en Zamora sin dejarse impresionar por un equipo llamado a imponerse con cierta claridad en el Grupo VIII, aunque solo sea porque prácticamente triplica el presupuesto de la Gimnástica, y por lo tanto de la inmensa mayoría de los equipos del grupo.

Manu González planteó el partido con Christian bajo palos y una defensa con Rui y Javi Marcos como centrales, y Adrián y Rubén en los laterales. El empaque en la medular quedó para Manu y Asier, con las aportaciones de Dani Calleja, Conde  y Dani Abad. Arriba, la sensación de la pretemporada gimnástica, Javi Borrego.

El Zamora, arropado por los más de mil espectadores en las gradas del Ruta de la Plata, ejerció un dominio basado en su empuje y logró forzar varios saques de esquina consecutivos. La Segoviana, con poca presencia en ataque en los compases iniciales, comenzó a sentar las bases de lo que quiere Manu González como novedad con respecto a la campaña anterior: salir con el balón jugado desde la defensa, en la que Christian es capital teniendo en cuenta su buen juego de pies. No es algo que se logre de un día para otro.

Con el Zamora más vivo y la Gimnástica intentando sacudirse la presión, los visitantes intentaron estirarse generando cierto peligro. Sin embargo, y cuando los segovianos parecían estar mejor situados sobre el verde zamorano, Garban adelantó a los locales.  Poco le duró la alegría al delantero rojiblanco, que tuvo que ser sustituido minutos después al caer lesionado.

Hasta el final de la primera parte, de nuevo el Zamora apretó buscando el segundo, mientras la Gimnástica intentaba generar peligro buscando las combinaciones y la superioridad en las bandas. El segundo tanto de los locales, obra de Hernández, llegó al filo del descanso colocando en el marcador lo que a todas luces era un excesivo castigo.

En el arranque de la segunda parte la Gimnástica apeló al orgullo y acosó la portería de Villanueva con dos ocasiones consecutivas. Con el partido en un tono ciertamente anodino, Manu González introdujo a Gómez en el campo y el bravo canterano gimnástico tuvo su primera ocasión nada más pisar el césped. Con la Gimnástica pensando más en marcar que en defender, los zamoranos tuvieron opciones de aumentar la renta, siendo Escudero el que logró anotar el tercero al aprovechar una contra. La entrada al campo, primero de Elías y después de Dan Arribas, metió un poco más de mordiente que sirvió para que el Zamora no se diera más alegrías de las que les permitían las contras.

La Segoviana mostró cosas buenas y malas en el arranque. Entre las primeras que la salida jugada de balón todavía tiene que perfilarse, y entre las buenas que fue capaz de dominar con el balón al Zamora en la segunda parte. Pero lo mejor, sin duda, es que el Ruta de la Plata queda atrás y todo lo que venga ahora no será, ni de lejos tan exigente. El domingo 1 de septiembre en La Albuera y con el Mirandes B seguro será otra historia.