El partido de la Gimnástica Segoviana de este domingo en La Albuera no pasará a la historia como uno de los mejores de los últimos tiempos ni en cuanto a solvencia, ni en cuanto a juego por parte de la Sego. Lo más destacado del envite ante el CD Virgen del Camino fue, sin duda, el resultado. La victoria local se cerró en el último minuto cuando el colegiado cobró un penalti a los visitantes por una mano dentro del área puesta en cuestión de manera vehemente por los visitantes. Rubén, con templanza, batió por bajo a Martín, el mejor de los verdiblancos durante todo el envite.
La Gimnástica no hizo un buen partido ante los leoneses, quizá porque los rivales acertaron de pleno en un planteamiento que logró maniatar la creación azulgrana, y que llegó a desesperar a la parroquia local que vio como su equipo se mostraba impotente de tres cuartos de campo hacia adelante. Pese a ello, el equipo de Manu González dispuso a lo largo del choque de hasta cuatro ocasiones manifiestas de gol para llevarse el choque antes de los 90 minutos. Para ser honestos, también los leoneses pudieron hacerlo, sobre todo en la primera mitad.
Manu González afrontó con problemas el encuentro. A las bajas de Conde por acumulación de amonestaciones y Abad con una rotura del dedo de la mano se unió a última hora Dani Calleja, que tampoco pudo formar parte del equipo. Los leoneses, también con bajas, aplicaron un rigor táctico, una generosidad en el esfuerzo y un coraje digno de mención que a punto estuvo de llevarse premio. El partido no empezó mal para los intereses gimnásticos, con una serie de aproximaciones con peligro que convirtieron al guardameta Martín en protagonista, con excelentes intervenciones y muestras de seguridad bajo palos. Roberto Carlos, preparador leonés, dibujó un entramado defensivo con dos líneas muy juntas de cuatro que dificultó el último pase de la delantera local, y que permitió las salidas en transición generando problemas a los azulgrana. Con mucha intensidad y poco fútbol se llegó al descanso con una certeza para los algo más de 600 espectadores: el partido no iba a resolverse de manera sencilla.
La segunda parte fue todavía más trabada que la primera, con los jugadores atenazados por el frío reinante, y con pocos argumentos futbolísticos como para decantar la balanza de uno u otro lado. La grada, exigente como lo es siempre con los suyos, empezaba a resignarse con el empate al comprobar como el equipo percutía con insistencia y poco acierto la portería de Martín, que seguía solventando todo lo que pasaba por sus dominios. Solo un disparo de Rubén que pegó en el larguero, y un disparo de Manu alteraron los biorritmos del cancerbero foráneo. En esas circunstancias, con los gimnásticos nerviosos, los visitantes acogotados en su área y la sensación de que por fin iba a sumar la Gimnástica un empate, llegó la jugada del penalti. Debió ser clara la mano dentro del área porque Valle Vicente – Franqueira no lo dudó, y señaló la pena máxima ante la perplejidad de parte de la grada y el estupor de los jugadores leoneses. el máximo castigo, ejecutado con temple por Rubén, otorgaba tres puntos a la Gimnástica que asalta por derecho la segunda plaza después de la derrota del Burgos Promesas en su feudo ante el CD Mirandés B.
Tres puntos, por lo tanto, para la Sego en un partido en el que el juvenil Sergio Arévalo tuvo minutos de calidad en el momento en que Manu González decidió cambiar el habitual 4-2-3-1 por una defensa de tres con dos carrileros, para buscar la presencia en los carriles de Adrián y el propio Arévalo, metiendo a Rubén más por dentro. El próximo domingo la Gimnástica visita a sus vecinos del Real Sitio en el clásico derbi provincial, antesala perfecta al gran partido del día 5 contra el Zamora.