La Gimnástica Segoviana sumó tres puntos más en su visita al Burgos Promesas (0-2) después de hacer un ejercicio de solvencia y templanza no exento de riesgo, tras una primera mitad con muy poco que llevarse a la boca por parte de ambos equipos. Como advirtió Manu González, la semana de tres partidos sirvió para dar lustre al banquillo, y toda la plantilla disponible ha tenido minutos en alguno de los tres choques. En Burgos recuperó la titularidad Ivi, que después de su gran partido en La Granja, no había vuelto al terreno de juego por un problema vírico, y porque la competencia en vanguardia es feroz. Quino apareció en el once por primera vez en la temporada en Castañares acompañando a Manu, y Álex Conde aguardó su oportunidad en la caseta.

En los primeros minutos, la Gimnástica acomodó sus piezas en el terreno de juego: Calleja comandando el ataque, permutando su posición con Ivi en algunas ocasiones, en una tarea en la que estuvieron protegidos por Quino y Manu, con Dani Arribas partiendo de la banda derecha y con Mika en vanguardia. Atrás, sin muchas novedades con Adrián y Rubén en los carriles y Anel con Javi Marcos en el eje de la zaga.

Después de un arranque contemporizando, la Gimnástica tomó las riendas del choque y pronto Mika demostró que está con el colmillo afilado, y a punto estuvo de aprovechar dos imprecisiones consecutivas de la defensa burgalesa. Desde entonces – minuto 11 – y hasta el final de la primera mitad, ninguno de los dos equipos puso en apuros a los cancerberos contrarios. La Gimnástica, muy seria en defensa y el Burgos Promesas, más pendiente de no encajar, no ofrecieron un gran espectáculo en la primera mitad a los poco más de 200 espectadores que se acercaron a los campos de Castañares.

En la segunda parte, la Segoviana salió más exigente en su trabajo atacante, y el primero en avisar fue Ivi en el minuto 50, con un remate que salió cerca de la portería de Álex. El agobio empezó a llegar a las huestes locales y el equipo azulgrana – en Burgos de blanco – se convirtió en absoluto dominador del choque.  Ivi se convirtió en el jugador más peligroso de los visitantes con un remate al travesaño, hasta que Conde, que dos minutos antes había sustituido a Dani Arribas, ejerció su manifiesta superioridad técnica para anotar un gol evitando la salida del guardameta local después de un gran pase interior de Mika.

A partir del gol de Conde, la Segoviana durmió el partido con un control abusivo de la pelota, provocando a los locales para que se lanzaran al ataque. Fruto del dominio del esférico, Quino estuvo a punto de rematar a los locales en un mano a mano con Álex, pero se entretuvo demasiado. El error visitante espoleo a los locales que tuvieron una clara ocasión por mediación de Óscar después de un desajuste de la defensa gimnástica.

Con Gómez en el campo después de sustituir a Ivi, la Gimnástica propuso un incordio nuevo a los burgaleses, con un jugador capaz de pelear cada balón hasta la agonía. Fue el joven delantero visitante el que culminó una buena jugada colectiva de la Gimnástica que mandó a la esquina Álex. Con un hambre de gol atroz, Gómez mandó el balón al travesaño tirando de recursos después de una jugada que él mismo se complicó, y un par de minutos después fue Manu el que sentenció el choque después de tirar de calidad para definir un balón suelto y mandarlo a la red.

La plantilla concluye una intensa semana de tres partidos con nueve puntos a la espera de los compromisos contra el Zamora en casa el próximo domingo, y el Numancia B en Soria. Los resultados acompañan, el juego mejora fuera de casa y la primera plaza sigue en poder de la Gimnástica. De momento, el siempre complicado mes de noviembre lleva la misma dinámica que el anterior.