La Segoviana se dejó la vitola de invicto y lo que es peor, las buenas sensaciones, ante el Numancia B en un choque en el que la intensidad y la calidad corrieron del lado local que marcó tres goles y pudo hacer alguno más. La Segoviana generó poco peligro en el área contraria y no demostró la personalidad que el entrenador ha reclamado a sus jugadores fuera de La Albuera. Con Manu González suspendido tras su expulsión ante el Zamora, el equipo se presentó en las excelentes instalaciones de la Ciudad Deportiva Francisco Rubio Garcés con un once sin demasiadas sorpresas. La lesión de Charly – de la que ya está recuperado –  parece hacer otorgado estabilidad a la pareja Anel –  Javi Marcos en el centro de la zaga, y en el centro del campo, la baja de Domingo le dio opciones a Juan de la Mata en esta semana por delante de Quino.

El entrenador insistió en la previa su preocupación ante la falta de tensión competitiva de su equipo en los primeros compases de los partidos. No sirvió de mucho tal advertencia, y el Numancia se adelantó en la primera ocasión que tuvo en el minuto 3 con gol de Guillermo. A la Segoviana todavía le costó espabilar y en el minuto 10 estuvo cerca de encajar el segundo por mediación del marroquí Noha. La Segoviana esperó hasta el minuto 18 para tener su primera ocasión por mediación de Juan de la Mata después de una buena jugada en combinación, pero la buena sensación quedó en nada al cometer Adrián un penalti – con tarjeta amarilla de regalo – que transformó Vallejo para aumentar la renta para los locales. Una falta lateral sacada por Rubén el minuto 30 y un remate de Anel propició la primera intervención del guardameta local. La mejoría del equipo se tornó palpable en el último cuarto de primera mitad, aunque sin mucho espíritu de conjunto. Una doble ocasión de Mika y Conde mandó el partido a los vestuarios.

En la reanudación, y como si nada hubiera pasado en la caseta, el Numancia volvió a salir más enchufado al verde. Ramsés desde el banquillo optó por dar entrada a Ivi y Kike para buscar algo más de mordiente, sustituyendo a Dani Arribas y Calleja. Los cambios dotaron de algo más de vivacidad en ataque y una buena jugada en combinación que concluyó con una falta peligrosa que Rubén mandó a la escuadra e hizo lucirse a Jara. Pero cuando parecía que el equipo podía reaccionar llegó una imprecisión en la línea defensiva que permitió a Ferrer hacer el tercero para los rojillos. Con la entrada de Quino en el campo y la salida de Adrián, el equipo modificó su dibujo quizá pensando en otras lides, con tres centrales y dos carrileros largos.  Lejos de mejorar, el equipo rojillo tuvo ocasiones para aumentar la renta, como un balón al travesaño de Arana.

Una derrota sin paliativos, pero que no deja de ser un tropiezo ante un rival llamado a estar en la parte alta de la tabla. El fútbol te da opciones de reivindicarte de manera inmediata y la Virgen del Camino debe pagar los platos rotos el próximo fin de semana.