La Gimnástica no entiende de triunfar sin sufrir. No sabe de éxitos sin padecer ni de lograr alegrías sin infartar antes a su gente. Por eso lo del Malagueño fue tan extraordinario, y lo de Logroño. El empate valía, pero la Sego nunca supo defender resultados sin el balón, sin construir desde la defensa. Las tablas finales (0-0) sirvieron este domingo en Palencia ante la Arandina, y la Gimnástica peleará con el Zamora por un puesto en el paraíso envenenado de la 2B

Los equipos de Manu González no saben especular. Formó con Christian en portería; Adrián, Javi Marcos, Rui y Rubén en defensa. Manu – Imperial en la medular – con Astray arropándole; Ivi y Arribas con un gran desgaste en las bandas, más Conde – fenomenal su primera media hora –  enlazando con Borrego. La Segoviana empezó mejor, dominando y generando superioridades en banda que pudieron servir para sentenciar la eliminatoria, aunque Rubo tuvo la primera para los ribereños después de un desajuste de la zaga gimnástica. Borrego primero , y Arribas en dos ocasiones bien pudieron sentenciar la eliminatoria, pero el empate inicial campeó en el luminoso al finalizar los primeros cuarenta y cinco minutos de una tarde de calor brutal en Palencia.

En la segunda mitad la intensidad tenía que bajar por la angustia de la temperatura. Los cambios intentaron refrescar a los equipos pero con el paso de los minutos la percepción era de que se haría con el pase a la final el que menos se equivocara. En estas circunstancias, la necesidad de la Arandina se hizo virtud y embotelló a la Gimnástica que vio como en la misma jugada un balón pegaba en el palo y en la siguiente acción impactaba en el larguero. Como si el destino quisiera devolver algo de lo hurtado en los play off en los que el llanto gimnástico se apoderó de la afición.

La Gimnástica logra pasar de eliminatoria ante un dignísimo rival, que apretó sin fuerzas y que pudo haber ganado lo que antes mereció perder. El sábado con el Zamora será otra historia.