La Gimnástica Segoviana accedió este sábado a las semifinales por el ascenso a la Segunda B con absoluto merecimiento y después de solventar (3-0) su encuentro ante los marcianos del Churra, en un partido en el que los locales no quisieron hacer sangre ante un rival, más que digno, al que se le hizo el campo de La Albuera eterno por su longitud y anchura.

La Segoviana planteó un partido largo, con Facundo en portería, una linea de cuatro con Anel y Javi Marcos en el eje de la zaga y Adrián – gran partido el suyo – y Rubén con su recorrido habitual en los laterales. En el centro del campo Manu aplicaba el rodillo de la contención con una línea creativa con Asier, Calleja y Juan de la Mata como enlace de Mika y Agus. Manu González planteó un partido basándose en varios escenarios, siendo perfectamente consciente que las cosas podían ir bien de inicio, o mal. Los murcianos, sin ensayar el día anterior en La Albuera, llegaron al feudo gimnástico entre bromas: ¿esto verde es césped? podía escucharse desde la tribuna. Y encontraron un tapete muy regado y en las antípodas de lo acostumbrado por ellos que juegan en césped artificial y con un bote imprevisible. En Segovia se encontraron con que el balón corría mucho por unas zonas y poco por otras, y que los dieciocho metros más de longitud del terreno de juego se les iban a antojar difíciles de sobrellevar a partir del minuto sesenta.

La Segoviana, arropada por más de dos mil espectadores, salió en plan arrollador y con un Calleja como catalizador del juego ofensivo. Una apertura magistral al costado izquierdo, un control orientado fenomenal de Mika, un balón al corazón del área que el guardameta visitante no resuelve y el oportunismo de Agus Alonso manda a la jaula el primero, con el correspondiente alegrón de una afición gimnástica que respondió con su presencia y aliento el tiempo que fue necesario y guardó fuerzas en la segunda parte para partidos más apretados.

Con tres minutos y el marcador en contra, el Churra apeló al orgullo y pudo encontrarse con el gol hasta en tres acercamientos con peligro propiciados por fallos gimnásticos. Dos errores en las entregas y una cesión peligrosa pudieron meter a los murcianos en el partido y llevar a la grada al colapso. Pero Mika y Agus no están para hacer amigos y cuando no es el maño es el cántabro los que hacen la vida imposible a sus rivales. Mika atormentó al lateral derecho del Churra con toda suerte de regates y controles, y demostró capacidad suficiente como para, además, hacer el segundo gol en el minuto 21 al aprovechar un mano a mano con Juanra que evidenció tanta inseguridad en Segovia como templanza y acierto en Murcia siete días antes.

El segundo gol mató a los visitantes, y solo sus animosos paisanos de la grada parecieron creer en una posible remontada. La Segoviana utilizó el juego combinativo como un martirio para los murcianos, que corrieron detrás del balón lo indecible y con un pundonor y entrega dignos de mención, pero que no parecían suficientes para poner en aprietos a la Gimnástica. El tercer gol, obra de Agus Alonso en los compases finales del primer periodo, terminó de doblegar al Churra, un equipo al que su campo le permite sumar muchos puntos en su liga doméstica, pero al que le condiciona mucho en eliminatorias de Play Off, sobre todo si no saca un resultado contundente en su propio feudo. Pese a todo, honor y gloria para un equipo que corrió, peleó y salvo en un par de ocasiones, no llevó el partido a una pelea absurda dado el marcador al descanso. La peor noticia, sin duda, de la primera parte para los gimnásticos fue la lesión de Asier que pese a no parecer grave, puede hacerle perder el primero de los partidos de la siguiente eliminatoria.

La segunda parte fue de mero trámite, con una Segoviana condescendiente y un Churra orgulloso pero sin fuerza ni pegada. La afición gimnástica aplaudió a Calleja y Anel que fueron sustituidos entre el clamor popular y marchó contenta para casa y a la espera de conocer el rival de semifinales que, a buen seguro, pondrá en más apuros a la Gimnástica que los murcianos. La Gimnástica volvió a dejar la portería a cero y demostró que el poderío ofensivo es tremendo, como no se recuerda en muchos años.

Ahora toca esperar rival, y todo apunta a que habrá rivales de entidad en un bombo en el que, al menos, se espera un desplazamiento no demasiado largo en el que el equipo pueda sentirse arropado por sus aficionados.