Ramsés ha arrasado en las votaciones por el puesto como lateral derecho del once histórico de la Gimnástica. Además de ostentar virtudes futbolísticas suficientes como para formar parte de la alineación, en las votaciones ha pesado el carácter ganador y su implicación con el club de su vida. Como capitán, Ramsés ha superado – arropado por el resto de sus compañeros – situaciones dramáticas en las que el futuro del club ha estado en entredicho.
Como uno de los jugadores que más campañas defiende el escudo de la Gimnástica, Ramsés encarna los valores del club desde su llegada procedente del CD La Granja para ponerse a las órdenes de Mezquita en una plantilla que apenas cuenta con segovianos en sus filas. Después de aprender el oficio de capitán de la mano de Chema Esteban, Óscar Barreno o Paco Maroto, Ramsés es el responsable de implantar un sistema autóctono del propio vestuario segoviano, caracterizado por el respeto entre compañeros, y la búsqueda del fin colectivo por encima del individual. Son multitud los jugadores que pasan por la caseta gimnástica y que, años después, reconocen que el colectivo de futbolistas encabezados por su capitán, son ejemplo de núcleo sólido y unido. Gracias al proceder de Ramsés, secundado por Mariano González o Agustín Cuenca, la Segoviana solventa crisis institucionales y deportivas de profundo calado.
Con una efectividad asombrosa desde el punto de penalti, con veintiocho transformaciones de treinta intentos en partido oficial, Ramsés recibe el apodo cariñoso de El Faraón del carril por su capacidad para subir la banda, y llegar a línea de fondo amparándose en su capacidad física. Después de unas primeras temporadas brillantes en la Gimnástica, el segoviano recibe la llamada del Getafe CF, entonces en Segunda B, para formar parte del plantel en la temporada 99-00. El mismo verano de la llegada de Ramsés al equipo madrileño, el club asciende a Segunda División y el segoviano queda relegado al filial desde un principio, aunque por contrato tenga que entrenar al menos en pretemporada con los profesionales. Después de la mala experiencia, decide regresar a Segovia, para embarcarse en el proyecto que, con Jesús Tovar como presidente, dirige desde el banquillo José Antonio Minguela.
El discurso sosegado de Ramsés, no exento de vehemencia cuando es necesario, su garra y su implicación con el club le hace merecedor del cariño de la afición desde el primer momento, y hasta el final de su etapa como jugador, a las órdenes de Paco Maroto en la segunda década del siglo XXI. En la memoria colectiva del aficionado gimnástico hay multitud de recuerdos asociados a Ramsés, sobrellevando con resignación las decepciones deportivas y viviendo como pocos las alegrías.
Después de su etapa como jugador, Ramsés asume tareas de dirección deportiva para la Gimnástica dentro de la directiva encabezada por Agustín Cuenca como presidente y, ya en la temporada 2018-19, pasa a ser el segundo entrenador de la plantilla dirigida por Manuel González como primer responsable.
Fuente: Prensa Gimnástica Segoviana
Foto: Ramsés Gil saliendo de los vestuarios en el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán en Sevilla, instantes antes de la disputa del partido de vuelta de Copa del Rey ante el Sevilla FC / Juan Martín