Manu González mandó a sus jugadores un claro mensaje en la rueda de prensa del jueves: «Tenemos que ser más contundentes fuera de casa». La petición pudo quedarse en una advertencia sin respuesta, si el batallador Ivi no enmienda con una brillante jugada individual en el minuto 80, el grueso error – reconocido por él mismo en vestuarios – cometido en boca de gol un minuto antes.

La Segoviana compareció en el derbi ante el CD La Granja tirando de recursos. Las bajas de Asier, Conde y Adrián, unidas a las de Quino – que ya entrena con normalidad – y Agus Alonso, obligaron al entrenador a mover las piezas en defensa, desplazando a Charly al lateral derecho y dando entrada a Dani Abad pegado a la cal, dotando a Calleja de libertad en la zona creativa y como enlace de  Mika, que repetía en vanguardia. Los locales, con la dirección espiritual del eterno Pluma, apostaron por la contención, cediendo la pelota y el dominio territorial al rival y apostando por el desborde de Mario por banda y el oportunismo de Koby.

El campo de El Hospital no entiende de florituras y la efectividad marca la pauta. La Segoviana no concibe la especulación como norma y, sin demasiada profundidad en los inicios, agarró la batuta para marcar el tempo.  Los locales, siempre intensos en la presión, y con actitud para regalar, mostraron una evidente fragilidad a balón parado, único resquicio visitante en la generación de peligro. Dos faltas laterales de Calleja y un balón peinado por Anel a la salida de un córner, más un barullo en el área resuelto bajo palos por la zaga local fueron los avisos gimnásticos – ayer de blanco – en el más que decente a simple vista verde de El Hospital, durante la primera mitad.

La segunda parte trajo un poco más de profundidad local y dos cambios rápidos en las huestes gimnásticas. Con Ivi y Dani Arribas en la pelea y con Mika acostado a la banda en tareas más de interior, llegaron buenos balones a Ivi. El primero, a las nubes, y el segundo a la jaula.  Una excelente conducción del joven segoviano acabó con el balón en las redes de Lorenzo. Se cantó el gol como si de La Albuera se tratara, no en vano había casi tantos locales como visitantes. Antes  del castigo gimnástico, los visitantes protestaron la anulación de un gol por fuera de juego en un balón que repelió Lorenzo tras disparo de Mika y que, al quedar suelto en el área pequeña, terminó en el fondo de la portería en una montonera entre jugadores de ambos equipos. En el otro área, Facundo apenas tuvo que intervenir en todo el partido, con alguna salida por alto no exenta de dificultad, y como mero espectador de los contados arreones azulones, que culminaron sin peligro entre palos.

La Segoviana sumó tres puntos más – y un partido menos – en el devenir de una campaña en la que asume un calendario en el que los grandes rivales visitarán la Albuera en la primera vuelta, y visitará campos como el del Hospital, que estarán en mucha peor condición según avancen las semanas.  El domingo a las 17.00 horas comparece en La Albuera el Astorga en la fiesta del fútbol base. Será otra historia.