C.D.A. Navalcarnero: Óscar López, David Uña, Luis Fratelli, Rubén del Valle, Ian González (Guti, min 82), David Sánchez (Jaime Sancho, min. 61), Ruizma (Llamas, min 61), Yago Gandoy, Luis Aguado, Agus Alonso (Mario Rivas, min 78) y Aitor Lorea (Saúl de la Fuente, min 78).

Gimnástica Segoviana: Carmona, Javi Marcos, Manu, Astray (Ivo, min 60), Llorente, Chupo, Plomer (Javi Borrego, min 60), Merencio, Abel, Silva y De la Mata (Hugo Marcos, min. 61).

Goles: 0-1 (minuto 23), Plomer; 0-2 (minuto 32), David Uña, en propia puerta; 1-2 (minuto 32), Agus Alonso; 2-2 (minuto 71), Aitor Lorea.

Árbitros: Miranda Bolaño, del colegio extremeño, auxiliado en las bandas por los andaluces Ramos Martín y Savido Serrano. Mostraron una tarjeta amarilla a los locales Fratelli, Aitor Lorrea e I. González; y a los visitantes Silva y Abel.

Incidencias: Antes del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas de los recientes terremotos de Marruecos; así como en recuerdo de los socios del Navalcarnero fallecidos recientemente.

 

La Gimnástica Segoviana logró marcharse con un punto de su visita a Navalcarnero, tras empatar a 2 en un partido en el que cada equipo se repartió el dominio, siendo dueña la Gimnástica de la primera parte, mientras que los locales jugaron una excelente segunda mitad.

Los problemas llegaron a los de Ramsés Gil antes de comenzar la jornada. Y es que el delantero Segovia sufrió un pinchazo muscular que hizo que se cayera de la convocatoria. Aún así, los de blanco (lucieron la tercera equipación) salieron muy fuertes al Municipal Mariano González. De esta manera, durante los 10 primeros minutos parecía que la Segoviana tuviera delante un rival muy inferior. Así se dieron los primeros sustos a la grada local por medio de tres saques de esquina consecutivos. El asedio visitante era tal que los madrileños no tenían clara ninguna estrategia que les ayudara a salir de en medio de un torbellino blanco y negro.

A estas alturas lo más justo para los de casa tendría que ser marcar un gol, aunque fuera por insistencia. Dicho y hecho. En el minuto 24 Plomer se hizo con el balón en la frontal del área, donde encontró el hueco preciso para rematar con la parte interior del pie, rozando el palo antes de entrar en la portería, haciendo inútil la estirada de Óscar López. Tras el gol, la Segoviana siguió a lo suyo, pero bien el palo o bien la defensa local dejaron lejos el 0-2. Un resultado que tuvo lugar a la salida de un corner donde el local David Uña golpeo con la cabeza sin querer un balón que se coló en la puerta, haciendo una parábola ante la que nada pudo hacer Óscar Blanco.

Parecía que, gracias a este resultado de 0-2, estaba ya todo el pescado vendido. Error. Esto se puede comprobar de dos maneras: Una de ellas, tirando de hemeroteca y viendo lo que nos cuesta sacar algo positivo cada vez que jugamos contra Navalcarnero;  y la otra, continuando con esta apreciación histórica, hubiera sido mejor ir con un 0-3 ó 0-4  que con un 1-2. Así, la primera vez que los madrileños llegaron con peligro al área de Carmona, nació el 1-2 tras un remate de cabeza picado de Agus Alonso.

Un paradón de Carmona nada más comenzar la segunda parte hacia presagiar que de ahí hasta el pitido final la tarde no iba a ser tan plácida como pintaba. Solamente necesitó 10 minutos el Navalcarnero para hacerse notar, convenciéndose cada jugador que lo que se vio en el equipo en la primera parte es justo lo contrario a lo que tiene acostumbrado al rival. Así subió al marcador el 2-2 en el minuto 70, con un disparo que se coló mansamente en la puerta de Carmona después de un contragolpe made in Navalcarnero, que acabó en el 2-2 definitivo obra de Aitor. De esta forma, reparto de puntos, si bien los visitantes tuvieron un par de sustos que pudieron hacer desequilibrar la balanza del lado del Navalcarnero.