Tres goles de Mika en quince minutos resolvieron un partido ante el UD Santa Marta (0-3) que no estaba siendo cómodo ni vistoso en el Alfonso San Casto. La Segoviana entró en modo ahorro de energía en el arranque del tramo final de campaña: Sin alardes, dejando pasar el tiempo y , como hace Mika, encontrando la debilidad del rival mandándolo a la lona sin paliativos.
La Sego – de azulgrana para la ocasión- planteó de inicio una linea defensiva de tres con De la Mata, Javi Marcos y Anel, más dos carrileros Adrián y Dani Arribas; un centro del campo con Quino, Manu y Calleja con Gomez y Mika en vanguardia. Los gimnásticos empezaron con la intención de someter de inicio al equipo charro forzando un saque de esquina, pero el partido tornó pronto en un enfrentamiento en el que ambos contendientes midieron fuerzas en igualdad.
Tardó sus buenos minutos la Gimnástica en adaptarse al terreno de juego de césped artificial y el despliegue físico de ambos conjuntos marcó la tónica de un primer cuarto de hora en el el que Chopi a punto estuvo de hacer el primero para los locales. La respuesta no tardó en llegar, y Mika avisó de sus goleadoras intenciones con un remate que asustó a los charros.
El Santa Marta volvió a asustar con un disparo de Lerma en el minuto 23 que salió desviado al entrar en contacto con un rival. Mientras, la Segoviana se mostró algo impaciente a la hora de construir el juego. Después de la ocasión local, la Segoviana apeló al orgullo para iniciar un periodo de mayor dominio que resultó infructuoso en cuanto a ocasiones de gol.
Después del paso por vestuarios, la Segoviana salió con la lección bien aprendida y en tres minutos logró adelantarse con gol de Mika maniobrando ante varios contrarios antes de encontrar la portería local. El cántabro está de dulce y tres minutos después anotó el gol de la temporada al rematar de volea después de un control orientado con el pecho. Diez minutos de segunda parte, y el partido a la nevera. Y por si había dudas, dos minutos después el cántabro hizo el tercero después de una gran jugada de habilidad de Diego Gómez.
Antes del tercero, Manu González movió el banquillo para dar descanso a Calleja dando entrada a Domingo. Anel, con una brecha en la cabeza emuló a los grandes centrales de antaño con un aparatoso vendaje. Agus Alonso entró también al campo sustituyendo a Gómez y la Segoviana afrontó de manera plácida los últimos veinte minutos de partido en los que también tuvo minutos Dani Abad.
La Segoviana sigue sumando de tres en tres, con el colmillo afilado y con un sistema de tres defensas que parece el más consistente de los últimos tiempos. Nueve partidos por delante, con varias salidas de verdadera exigencia y encuentros en casa algo más plácidos para llegar al momento de la verdad. Ya queda menos.