La familia gimnástica está de luto por el fallecimiento de Jaime Rodríguez (Espirdo, 1940 – Segovia, 2019), que fuera sin duda uno de los jugadores más talentosos que ha dado la historia gimnástica. Empezó a jugar al fútbol en el equipo del Seminario de Madrid, donde lo «bautizaron» como «El Di Stefano del Seminario» por sus condiciones futbolísticas. Con diecisiete años ingresó en los juveniles de la Gimnástica Segoviana para inmediatamente empezar a jugar con el primer equipo. Toda su carrera militó en la Segoviana, salvo una campaña en la que se incorporó al Valencia CF, que terminó cediéndolo al Mestalla de Segunda División, su equipo vinculado. En Valencia no pudo rendir según lo esperado por una lesión de rodilla por lo que decidió regresar a Segovia.
Cuentan los que vieron jugar a Jaime Rodríguez que era un jugador de ataque, habilidoso en el desmarque, con un gran disparo con ambas piernas, excelente remate de cabeza, desequilibrante en el uno contra uno y capaz de sacar envíos medidos desde los costados y aprovechar el contraataque. Su efectividad en el punto de penalti era casi legendaria y se fundamentada en «darle un golpe seco al balón» con fuerza y localizando uno de los ángulos. «El portero así no tiene tiempo de reaccionar», explicó el propio Jaime en una entrevista el 30 de noviembre de 1968 en Vanguardia Segoviana.
Como los jugadores talentosos tuvo que luchar durante un tiempo con la acusación de ser poco sacrificado y de no pelear según que balones aunque su periplo gimnástico culminó con una cifra de goles solo a la altura de los más grandes anotadores de la historia azulgrana. Considerado por sus compañeros como un intelectual, consigue una cátedra de Latín en un instituto en Ferrol con tan solo 28 años mientras ejerce de profesor en el Instituto de Enseñanza Media de Segovia y juega al fútbol con la Gimnástica.
Uno de los muchos periodistas que trató con él fue Alejandro Barahona, que primero en El Adelantado de Segovia y luego en el Diario Madrid entrevistó en varias ocasiones al jugador y lo recuerda con cariño. «Algunos jugadores jugaban al póker y otros simplemente descansaban, pero Jaime es de lo que siempre estaba leyendo en el autobús», cuenta Barahona. Pedro Martínez, compañero de Jaime en la Gimnástica en la temporada 66-67, define hoy al segoviano como un jugador «fabuloso», y lo incluye entre los futbolistas con más calidad que recuerda.
Jaime desempeñó varios cargos asociados a la educación, como el de director del Instituto Nacional Mixto de Enseñanza Media de Segovia, en el momento en el que se presentó en la lista para el Congreso de los Diputados con Alianza Popular en las elecciones de 1977. Más adelante, ocupó el escaño en el Senado en tres legislaturas (1989-1993); (1993-1996) y (1996 – 2000) representando al Partido Popular de Segovia.
El fallecimiento de Jaime Rodríguez llega después de una larga e incapacitante enfermedad, y el club le rendirá un sentido homenaje durante el partido frente al Astorga el próximo día 22 de diciembre en La Albuera.
Autor del texto: Javier de Andrés
Foto de portada: Un equipo de 1968 de la Gimnástica en el campo del Moscardó. De izquierda a derecha de pie: Peña, Parada, Emilio, ¿?, Campillo, Agustín; agachados: Santi, Malaquías, Cocero, Jaime y Juan Antonio/ Gimnástica Segoviana digitalizado por Juan Martín.
Fuentes:
Vanguardia Segoviana, 30 de noviembre de 1968
El Adelantado de Segovia, 31 de diciembre de 1965. Pág. 5
De Andrés, Javier; «Gimnástica Segoviana: Una historia de supervivencia»; Editorial Círculo Rojo; pag. 200 y sucesivas