Después del sufrido triunfo en Palencia, la semana de trabajo de la Gimnástica Segoviana ha estado marcada por la buena noticia que supone el hecho de que la lesión de Álex Conde resulta menos grave de lo que aparentaba en un principio. Descartada la rotura de ligamento cruzado, las pruebas radiológicas confirman una rotura de menisco que, aunque obligara al jugador a pasar por el quirófano, le permitiría afrontar con el resto del grupo la recta final de temporada.  La enfermería de la Gimnástica parece que va despejándose, y solo el talaverano es baja segura para el partido del domingo una vez que Borrego está disponible después de cumplir su sanción y Gómez ya ha efectuado varios entrenamientos a pleno rendimiento. Para el partido del domingo a las 17.00 en La Albuera, por lo tanto, las modificaciones que introduzca en el once Manu González serán fruto de los descansos y rotaciones más que de las bajas médicas. De hecho, el preparador madrileño confirmó el jueves en rueda de prensa que jugará David bajo palos y que introducirá, además, un cambio al menos por línea con respecto al equipo del domingo pasado en La Nueva Balastera. No es descartable que al menos uno de los laterales titulares – Adrián y Rubén – descansen el domingo al tratarse de los dos jugadores que más minutos acumulan.

También estará disponible Iván Sales, cuyo rendimiento le está haciendo merecedor de la disputa de muchos minutos en las últimas semanas. El castellonense, plenamente integrado en el vestuario gimnástico, destaca como «muy importante» la fuerza del grupo a la hora de conseguir buenos resultados. «Somos una piña y cada jugador se parte la cara por el compañero. Cuando el partido se tuerce nos ponemos a trabajar y conseguimos tres puntos por muy complicadas que vengan las cosas», destaca Sales. «Nunca hemos dejado de creer, afrontamos la temporada desde el principio con ilusión y trabajo y estamos siendo fuertes en casa y fuera, y dominando las dos áreas», apostilla.

Sales asegura sentirse «importante» en la plantilla y recuerda que tanto el entrenador como sus compañeros lo apoyaron en su adaptación y en los momentos en los que ha estado algo más bajo de forma. «Todos han confiado en mí, y ahora me siento más importante y con muchas ganas de ayudar al equipo. Estoy cada vez mejor físicamente», cuenta. «Los entrenamiento te permiten crecer y cuando tienes la posibilidad de jugar si lo haces disfrutando todo es más fácil. En cualquier caso este es un equipo en el que salga el que salga termina haciéndolo bien», concluye.