Enrique García (Valladolid, 1984) lleva desde el verano de 2018 trabajando junto a Carlos Gómez – coordinador de los equipos de fútbol siete –  y Javier García Curto – coordinador de los equipos de fútbol once – y bajo la supervisión de Roberto Álvarez, en el Fútbol base de la Gimnástica Segoviana. En teoría, García es el responsable de la parte metodológica, de la unificación de métodos de formación con el propósito último de ir subiendo la calidad de los entrenamientos y que el producto gimnástico sea reconocible por toda la región además de útil para el primer equipo. Desde pre benjamines con el fútbol sala hasta los juveniles. En la práctica, además de las que le corresponden, desempeña funciones tan diversas como fundamentales como ocupar el banquillo del juvenil cuando el primer responsable técnico está suspendido, o llevar y traer en coche a los jugadores del juvenil a los entrenamientos y partidos. La característica fundamental de un trabajador del fútbol modesto es que siempre tiene más ilusión que recursos. 

García encamina sus pasos hacia la Gimnástica con la experiencia acumulada en los banquillos del Atlético Tordesillas y en la selección autonómica sub16, entre otros, quemando etapas desde los 17 años con los que empieza a ejercer la responsabilidad como entrenador. «Cuando le conté mi plan para la Gimnástica, Enrique cogió la idea al vuelo y empezó a desarrollarla. En estos años el avance ha sido bestial», cuenta Roberto Álvarez que considera «fundamental» la tarea desempeñada por el preparador vallisoletano en su tiempo en la Gimnástica. «Es verdad que nuestro trabajo en el Fútbol Base es muy de equipo, de grupo – cuenta Roberto Álvarez – y la tarea de Carlos, Curto y Kini es extraordinaria, pero Enrique ha sabido entender qué modelo queremos para la Sego y guiarnos por el camino que creemos correcto», añade el coordinador de Fútbol Base de la Gimnástica Segoviana. 

Una aplicación informática exclusiva diseñada por Mónica Bernardos es uno de los avances más significativos del Fútbol Base.  Se trata de una herramienta que les permite a los entrenadores del club desde su móvil u ordenador configurar las sesiones de entrenamiento eligiendo lo que quieren trabajar con los ejercicios correspondientes. «La pandemia no nos ha dejado utilizar la aplicación como nos hubiera gustado», lamenta el propio García que considera la pandemia «un pequeño stand by» en lo que a la total implementación de una aplicación que, también, permite hacer un seguimiento de jugadores de otros clubes que puede interesar incorporar a la disciplina azulgrana. «Tenemos equipos en todas las categorías y es una ventaja que debemos aprovechar», afirma Enrique García. 

Doble vertiente lúdico-competitiva

El Fútbol Base de la Gimnástica Segoviana mantiene una doble vía de desarrollo: la formativa y la competitiva como referente deportivo de la provincia y la región. Con el ascenso a División de Honor del equipo juvenil solo cuatro equipos de Castilla y León (CyD Cultural Leonesa, Real Valladolid y Burgos CF además de la Gimnástica) forman parte de la élite nacional del fútbol de su edad. «El nivel de exigencia a partir de ahora es otra historia», cuenta Enrique García. «Tenemos que intentar que el grueso de nuestro equipo más representativo en el Fútbol Base esté conformado en su mayoría por jugadores de Segovia», dice. «Tener jugadores de Segovia es importante por la logística, la economía y el arraigo social», añade. Para ello la clave está en «mejorar todos los procesos desde abajo y para ello el jugador tiene que poner mucho de su parte». Segovia impone condicionantes por su densidad poblacional lo que influye en la cantidad de jugadores y, lo más importante, por la escasez de entrenadores cualificados. «Echo de menos que las generaciones que salen del club den el paso de convertirse en entrenadores, en otras provincias es más habitual», expresa. En cuanto al volumen de jugadores en el club – cerca de cuatrocientos entre todas las categorías – García considera que en la Sego «el objetivo debe ser el de tener una cantera más numerosa de jugadores de corta edad y un menor número de juveniles. Por eso el fútbol sala es tan importante, porque es la primera toma de contacto con la Gimnástica», sostiene. El fútbol sala cuenta con la coordinación de Joaquín Rodríguez, siempre bajo la supervisión de Roberto Álvarez.

El juvenil de División de Honor, estandarte del modelo gimnástico

El ascenso del equipo juvenil a División de Honor supone un espaldarazo a la política de cantera de la entidad.  Antes de empezar la temporada 2020-21 el club analiza los rivales de Castilla y León y detecta una posibilidad real de ascenso gracias, en parte, a la buena hornada de jugadores segovianos con los que cuenta. A partir de ahí la dirección técnica decide incorporar a varios futbolistas de Valladolid, y repescar a segovianos que están fuera de las fronteras provinciales con el propósito de hacer un equipo lo más competitivo posible «sin olvidar nunca el perfil personal de cada jugador», destaca García. «Gran parte del éxito del juvenil viene dado porque incorporamos a jugadores que sabíamos que se iban a adaptar rápidamente», explica.

En este tiempo en la Gimnástica, Enrique García descubre lo bien valorada que está la cantera de la Segoviana en Castilla y León. «Segovia y la Gimnástica tienen un cartel importante en el ámbito regional porque los jugadores saben que pueden llegar al  equipo superior». Y es que la presencia de Manu, Rubén, Ivi, Gómez, Almendáriz o Jorge Sánchez en el primer equipo, y que suban juveniles a entrenar con asiduidad con los mayores llama la atención a las promesas y hace más fácil la llegada de un talento que complemente al de Segovia.

La presencia de Enrique García, Carlos Gómez, Javier García Curto o Joaquín Rodríguez resulta imprescindible para entender el modelo implantado en la Gimnástica, que espera que la temporada 2021-22 sea «normal» y puedan pulirse algunas deficiencias que siempre existen y añadir más aspectos para mejorar y colocar al Fútbol Base de la Gimnástica entre los referentes regionales.