Gimnástica Segoviana y Atlético Astorga regalaron a los 1.835 espectadores que poblaron el domingo las gradas de La Albuera un partido digno de recuerdo. Una primera parte de lucha, pugna por el dominio de la zona ancha sin remilgos defensivos, y una segunda mitad de un fútbol vistoso y alejado del conservadurismo. Ni los gimnásticos se rindieron al verse con el marcador en contra, ni los maragatos especularon al ponerse por delante, incluso con un jugador menos. Si el fútbol es justicia – y tiene que serlo – segovianos y leoneses pelearán hasta el final por una plaza en la Segunda B en la Fase de Ascenso.

La tarde agradable, la puesta de largo de los 270 chavales del Fútbol Base sobre el césped del Municipal,  y el homenaje más que merecido al profesor José Antonio Minguela, hacían presagiar algo bonito. Sin Ivi – con anginas – Adrián, Asier y Agus, Manu González dispuso la defensa del pasado sábado en San Ildefonso con Charly como improvisado lateral diestro, introduciendo cambios en las alas dando entrada a Dani Arribas por la derecha , con Calleja por la izquierda, y ofreciendo la titularidad a Conde en el enganche, después de su baja por lesión del encuentro anterior.

El Astorga, con la amenaza del fenomenal Puente, y escoltado por brillantes lugartenientes como José Manuel, Diego o Javi Amor, comparecieron en Segovia con demasiados puntos perdidos en el camino en relación a los méritos contraídos.  Ya con el silbato inicial mostró el equipo leonés sus armas fundamentadas en la presión y el control del balón. No es fácil encontrar un equipo – ni en Segunda B – que le cuestione la posesión del esférico a la Gimnástica en casa. Por momentos logró su propósito aunque los azulgrana, con el aliciente extra del gentío en la grada, no se dejó amilanar. No en su casa.

Mika primero y Anel después pudieron desnivelar la balanza  a favor de los de Segovia en los primeros veinte minutos, hasta que llegó la expulsión del capitán astorgano Diego por doble amarilla, la segunda de ellas tan absurda como ajustada a reglamento. De ahí hasta el descanso, tímidos acercamientos azulgrana sin peligro y una gran oportunidad para desnivelar la balanza de Javi Amor, al que Anel le fundió los plomos en un mano a mano cerrándole las opciones a su pierna buena, evitando el tiro del delantero y el pase a Puente que clamaba por la cesión del esférico.

En la segunda mitad, el técnico astorgano Miguel Angel Miñambres, movió pieza apostando por Taranilla y la Gimnástica respondió con la entrada de Kike por Dani Arribas. Minutos de toma de contacto y una transición después de robo- el gran peligro visitante – dejó a Puente mano a mano con Facundo justo después de una gran ocasión de Mika en la otra portería. La rapidez de Javi Marcos no fue suficiente, y aunque el delantero impactó con el balón antes, el segoviano arrolló al goleador. Claro Penalti que el propio Puente transformó sin inmutarse.

Empieza la partida de ajedrez

La Segoviana colocó a tres defensas en retaguardia – con una tupida maraña en la medular para hacerse con el balón – y soltar a los lobos adelante. Dani Abad por Rubén y Gómez por Manu. Al ataque. La energía de los jovenzuelos pronto otorgó réditos y en tres minutos el aficionado convirtió el pesar en jolgorio. Primero Anel y luego Kike tiraron por la borda el magnífico esfuerzo visitante. El Astorga con el equipo de contener y salir a la contra, y la Segoviana con el de morir arriba no pensaron en cambiar el dibujo. Manu González por los locales pidió a sus jugadores calma cuando éstos le reclamaban una defensa de cuatro, y Miñambres mandó a sus mermadas huestes para arriba, a intentar cazar alguna . Y a punto estuvieron.

Los locales atacaban como si tuvieran que meterle doce a Malta, y los visitantes buscaban a Puente, muy capaz de generar peligro con solo mirar la portería. Calambres, choques, Conde dando una clase magistral de toque de balón con las medias bajadas y sin prácticamente moverse y Domingo haciendo tantos kilómetros como los corredores que por la mañana se hicieron el Segovia – La Granja en la jornada festiva de la Fundación Caja Rural fueron la tónica de unos minutos de apología del fútbol a tumba abierta. Y, además, un penalti mandado al limbo por Calleja y un golpeo de balón fantástico de Alberto, que a punto estuvo de rascar un punto para los de Astorga.

Un homenaje al fútbol, al de ataque, con cerca de 1.900 espectadores en las gradas – buena parte de ellos niños – y la clara demostración de que tanto la Gimnástica como el Astorga son de otra categoría.  Con partidos así, lo del liderato casi se queda en una anécdota.