Pablo Carmona tiene olvidada la lesión que le hizo perderse la primera parte de la temporada. El guardameta, uno de los más importantes de los últimos años en el grupo de Castilla y León, va cogiendo ritmo en función de los partidos que le concede su entrenador y fortaleciendo la rodilla. «Voy sintiéndome mejor y ahora con estas semanas de tres partidos, hay mucha acumulación y el mister confía en todos, cree que todos somos importantes y creo que eso es vital para conseguir el objetivo que es el de ascender cuanto antes», sostiene.
Su adaptación al esquema de juego de la Segoviana va también por buen camino y gracias a su condición de último hombre de la defensa considera que en su trabajo está el de colocar a sus compañeros. «Desde que llegué he intentado asimilar la identidad o lo que quería el entrenador y el quizá el que mejor lo puede ver desde el campo es el portero. El hecho de dar indicaciones a mis compañeros me permite también a mi estar metido en el partido y concentrado»
Con respecto al momento que vive el equipo, Carmona tiene claro que la racha de partidos ganados «es una barbaridad». «Ganar siempre es difícil y ahora estamos en un momento de la temporada en el que se van dando cosas importantes y va a ser cada día más complicado vencer», asegura. «La exigencia que nos ponemos en el vestuario es muy alta y nosotros no vamos nunca más allá del siguiente partido. Queremos hacerlo bien siempre, pero no todos los días es posible», argumenta.
Una de las cosas que más le ha llamado la atención a Carmona de su tiempo en Segovia es la «actitud» de sus compañeros. «Es un equipo que siempre quiere, siempre sale a darlo todo, siempre corre y tiene actitud por lo que al equipo nunca puede reprochársele nada», concluye.