La Gimnástica afrontó el partido del domingo ante el Bupolsa con la responsabilidad de sacar los puntos, comprobar una vez más la profundidad del banquillo, y procurar no pensar demasiado en el partido del jueves ante la Arandina. La contundente victoria (3-0) sirvió para lograr el triple reto, y añadir un cuarto: nadie más en la enfermería.

Manu González planteó un partido con la posesión como objetivo, la verticalidad como premisa y la finalización como Santo Grial.    De lo primero, abuso; de lo segundo, acierto a ráfagas, y de lo tercero bien, pero hay que seguir trabajando. Para la zona ancha, Manu introdujo a Quino y Asier, dando descanso a Juan de la Mata y Conde. Atrás, Charly volvió al equipo evidenciando algo de falta de ritmo. Nada que no se arregle con partidos. Kike e Ivi también tuvieron su oportunidad de reivindicarse, así como Christian, que suplió sin problema alguno a Facundo bajo palos.

Los segovianos empezaron intensos, y los burgaleses evidenciaron algo de miedo escénico y poca contundencia atrás. En esas aguas el cántabro Mika siempre pesca. Con poco más de diez minutos en el crono, el delantero controla, protege y se gira para marcar en una mezcla de habilidad de delantero y pasividad defensiva. Con el 1-0 la tarde se ponía de dulce, y los cerca de 700 espectadores barruntaban goleada. Asier, eficiente como casi siempre y generoso en el esfuerzo como pocos, materializó otra ocasión en el 23 para mandar el partido a la nevera, pese a que la soleada tarde era proclive al paseo.  Con la renta de dos goles, la Gimnástica bajó las revoluciones al partido, pero los visitantes o no se percataron o es que directamente no daban para más.

A la vuelta de los vestuarios, el Bupolsa tiró de amor propio, y por momentos pensó en estirarse a la búsqueda de algún balón suelto, prolongación, o milagro. La Segoviana, por su parte, comenzó a pensar en la Arandina. Con el tiempo casi cumplido, el asturiano Elías dio lustre a una anodina segunda mitad con un gol de clase al culminar una de las escasas combinaciones del periodo. Solo un remate al palo de Javi Marcos después de una jugada embarullada en la que la Gimnástica acumuló hasta tres ocasiones claras en un minuto, era poco bagaje como para terminar así el choque.

La Segoviana mantiene la segunda plaza – con un partido menos – y espera a la Arandina el jueves en un partido en el que los socios pueden adquirir tantas entradas como deseen al precio de un euro.