Nadie dijo que fuera fácil ni cómodo. La Gimnástica empezó la temporada más atípica de su a veces tormentosa existencia con una sufrida victoria ante la Cebrereña (0-1) gracias a un diferencial Álex Conde, y un trabajo grupal muy eficiente.   Los primeros tres puntos suben al casillero gimnástico, con la sensación de que la capacidad de adaptación a los campos menos favorables de la que hizo gala en anteriores ejercicios el equipo de Manu González sigue intacta.

Había ganas de fútbol. La Cebrereña como recién ascendido recibió a la Gimnástica en uno de esos partidos en los que habitualmente se congregan varias decenas de segovianos, pero que en esta oportunidad, y por las circunstancias sanitarias solo pudo hacer “caja” con treinta entradas procedentes de Segovia. Una pena, porque el de Cebreros es un partido que, sin ser habitualmente un compromiso cargado de calidad, sí que es sinónimo de trabajo, brega y suspense, detalles muy agradecidos por el público, cualquiera sea su procedencia.  

Manu González alineó en el siempre complicado campo abulense a Christian en portería; con Adrián, Javi Marcos, Rui y Rubén en defensa; Manu y Viti en la zona ancha con Conde respaldado por Arribas y Calleja en los costados y Fran Adeva en punta. Por lo tanto, tan solo una de las incorporaciones de esta temporada salió de inicio motivada en buena parte por la baja de última hora de Del Castillo. 

Desde el inicio, la Gimnástica planteó un choque en el que la presión a la defensa contraria era una de las máximas relevantes. Fue Adeva el más incisivo en los primeros compases del partido con dos acercamientos con verdadero peligro. La Cebrereña hizo gala de su sacrificio defensivo habitual e intentó buscar a David Terleira, estilete local y que generó incertidumbre en la zaga visitante en un par de oportunidades durante el primer cuarto de hora. También empezó el partido con opciones el segoviano Rubén, que buscó el disparo de zurda en cuanto tuvo la más mínima opción para desnivelar la balanza desde el inicio, una vez que el juego elaborado es casi imposible en El Mancho.   En el minuto veinte la Gimnástica manejaba el partido a su antojo, y una doble ocasión de Conde con un disparo alto y un remate de cabeza de Viti estuvieron a punto de abrir el marcador lo que hubiera hecho justicia a tenor de lo visto hasta el momento.  El juego directo de la Cebrereña siempre le da opciones en ataque, y el balón parado hizo que el segoviano Christian también tuviera que estar atento a los balones por alto. 

Con el paso de los minutos el desgaste empezó a pasar factura y la Segoviana perdió la frescura suficiente como para generar el volumen de ocasiones de la primera media hora. La Cebrereña, más cómoda, intentó amarrar el empate por lo menos hasta el descanso y se aplicó con todas sus fuerzas. Sin emabrgo, no pudo evitar el cuadro verdiblanco una clara oportunidad de la Gimnástica en la recta final del primer parcial con un disparo fortísimo de Dani Arribas, que se marchó junto al poste de la portería abulense. 

En la segunda parte la Gimnástica salió con la intención de arrollar al rival. Adeva estuvo a punto de marcar en una clara ocasión que desbarató el cancerbero local. Tras el infructuoso arreón foráneo, la Cebrereña logró hacerse con el balón durante unos minutos, lo suficiente como para hacer valer el factor campo e intentar hacerse fuerte en parte gracias al empuje del bullicioso público local, que tenía muchas ganas de ver a su equipo con rivales de tronío. 

Dos cambios, un gol

No quiso esperar mucho Manu González y al primer cuarto de juego de lar eanudación sacó del campo a Viti y Arribas y dio entrada a Nogueira y Javi Borrego. No llevaban las permutas en el campo ni un par de minutos cuando Álex Conde hizo el único tanto del partido gracias a su oportunismo y calidad. Con el gol el partido quedó aletargado y solo Ruba parecía poner en problemas a la solvente zaga gimnástica. Manu González introdujo un nuevo cambio con la entrada de Ivi que sustituyó a un Calleja que supo adaptarse a un campo que no es de sus favoritos. Apretó la Cebrereña sin mucho más que perder y llegó a incomodar a Christian,  hasta que Gómez mandó un balón al travesaño después de llevar medio minuto en el campo al sustituir a Fran Adeva.

Al final, y como suele pasar en campos como El Mancho el partido se trabó, los locales apretaron hasta la extenuación y las expulsiones de Adrián y Borrego complicaron la victoria, pero el oficio azulgrana prevaleció y los tres puntos se marcharon para Segovia. El calendario determina que la Segoviana recibirá al Mirandés B el próximo día de San Frutos en La Albuera, aunque en estos tiempos convulsos y teniendo en cuenta que el conjunto burgales ha aplazado su primer compromiso, no es seguro que se dispute el partido.