La Gimnástica dio este martes una lección de pundonor, gallardía y generosidad en el esfuerzo en la primera eliminatoria de Copa del Rey ante el Elche Club de Fútbol. Los ilicitanos, superados por el empuje gimnástico supieron aprovechar sus escasas ocasiones y se llevaron el triunfo (0-2) de una Albuera  donde ni uno solo de los 1.688 espectadores que poblaron las gradas salieron decepcionados con su equipo.

La Segoviana no solo plantó cara, acogotó a su rival – de Segunda División – y solo la falta de efectividad en los metros finales, y un penalti marrado con 0-1 alejó a los gimnásticos de una gloria merecida. Para el anecdotario quedará que el público reclamara otro penalti en el área foránea o que el primer gol pareciera fuera de juego, porque lo cierto es que los ilicitanos avanzan a la segunda ronda, y la Gimnástica no.

La Sego arrancó respondona el partido, con Calleja templando, Asier creciendo desde el puesto de interior, escoltado por Manu y con un partido excepcional de Rui y Javi Marcos en el eje de la zaga. Los arlequinados en azul y grana para la.ocasión zarandearon futbolísticamente hablando a su rival en varios tramos del partido con toque, empuje y combinaciones eléctricas. Pero en el fútbol priman los goles y el Elche evidenció un oficio excelente, aprovechó la calidad de Sánchez y el poderío de Mourad para adelantarse en el marcador al aprovechar este último un balón que no pudo alcanzar David, cancerbero gimnástico en la pestosa y desapacible noche segoviana, climatologicamente hablando, y que protagonizó una pertinaz lluvia.

El gol desarmó a los locales que reclamaron a gritos el descanso para rearmarse en la segunda parte. Manu González movió el banquillo con prontitud y la entrada de Gómez y Conde le hicieron perder momentáneamente el equilibrio en la medular, pero sirvió para que el equipo se desatara en un frenesí atacante que forzó numerosos saques de esquina finalizados con disparos desviados la mayor parte de ellos. Un claro penalti cometido sobre Calleja lo mandó Asier al travesaño, y el rebote pegó en el guardameta San Román, para en vez de entrar un palmo dentro de la portería se quedara un palmo fuera. Cosas que pasan.

Evidenció el golpe la Sego y le costó reponerse unos minutos, los suficientes como para que el Elche generara inquietud en David con transiciones bien armadas. En una de ellas, tras clara ocasión de Calleja, Javi Marcos cometió penalti. Y allí donde Asier encontró madera, Pere Milla alcanzó la red. El partido murió entonces con la Gimnástica apelando al orgullo para maquillar el resultado, y con el Elche honrando con su esfuerzo a un rival que no quiso jugar como no sabe, y que honró el escudo que porta en el pecho desde hace 91 años.

El partido deja secuelas – sobre todo físicas – en los segovianos, que vieron como Javi Marcos concluyó el partido con evidentes molestias musculares y que recibirán al Astorga con un cansancio que solo el coraje de una plantilla comprometida podrá contrarrestar.