Gimnástica Segoviana y Zamora demostraron ayer domingo en La Albuera que la división en la que se encuentran no es más que una estación de paso hacia lugares más acordes a su destreza futbolística.  Ambas escuadras desplegaron su capacidad física y calidad técnica en un césped castigado por la pertinaz lluvia de toda la mañana de domingo, para ofrecer a los cerca de 1.500 espectadores – 300 de Zamora – un gran partido de fútbol sobre todo en la primera mitad. El reparto de puntos final dejó satisfechos a ambos técnicos, y solo la permisividad arbitral al juego demasiado brusco en algunos momentos de los visitantes deslució el partido.

La puesta en escena en el verde fue más favorable para los visitantes, que pronto tomaron por asalto el centro del campo gimnástico. La Segoviana, sin  balón, sufrió las acometidas de un rival que pudo adelantarse aún más pronto del minuto cuatro, cuando Garban fusiló a Facundo a un par de metros de la línea de gol. Pese al gol, el Zamora no perdió el sitio  e incluso Carlos pudo hace el segundo al estrellar un balón en el palo después de una falta lejana que sorprendió a Facundo. La Gimnástica, con más corazón que fútbol, empezó a incordiar a la zaga visitante, que tenía una línea de tres que se convertía en cinco en el repliegue, con una presencia física descomunal, y un trabajo en la medular digno de mención. Mika, muy trabajador todo el partido, generó algo de peligro en alguna aproximación aislada, pero fue Dani Arribas, aprovechando un defectuoso despeje del guardameta local, el que puso las tablas en el marcador con un gran gol no exento de dificultad.  Con más de veinte minutos de juego por disputarse en la primera mitad, hubo tiempo para que la Gimnástica tomara las riendas del partido cuando los zamoranos Fer y Carlos bajaron un poco la intensidad, Arribas y Calleja estuvieran a punto de desequilibrar la balanza y el entrenador gimnástico Manu González fuera expulsado por cuestionar una decisión arbitral. El Zamora, con un Dani incisivo, también pudo marcharse al segundo tiempo con ventaja, pero Facundo desplegó sus buenas condiciones en el uno contra uno para evitar el tanto.

Después del paso por los vestuarios el protagonista fue el viento que condicionó el juego de ambos equipos. Los zamoranos, sin buscar de manera exagerada el empate, sí empezaron a pensar en guardar la ropa a medida que la gasolina se iba agotando en su centro del campo y la Gimnástica, inutilizado su juego a la espaldas contraria con el viento, dispuso de menos ocasiones de las habituales en su terreno de juego. La entrada por los locales de Juan de la Mata,  Ivi y Gómez volvieron a dar intensidad a la Gimnástica, que apunto estuvo de cerrar el partido a su favor con un balón muy pasado de Rubén que superó al portero zamorano y que Calleja, en el segundo palo, mandó a las nubes en una situación muy complicada de remate.

Con el empate final, la Gimnástica sigue comandando la tabla y el próximo sábado en Soria ante el Numancia B tendrá la oportunidad de distanciar a un rival directo en el que será, sin duda, un encuentro complejo, y en el que los jugadores de Manu González tendrán que desplegar su mejor fútbol para hacerse con los puntos en litigio.