La Gimnástica termina la penúltima jornada del Grupo VIII de la Tercera División como segundo clasificado. La contundente victoria de los de Manu González ante el Atlético Bembibre ( 5-1) unido a la derrota de la Arandina ante el Bupolsa (1-0) hace que los pupilos de Manu dependan de sí mismos para quedar segundos de grupo, jugar un cruce con un cuarto en la primera eliminatoria de play off, y jugar la Copa del Rey la próxima temporada.

Pero el partido de este domingo en La Albuera, ante cerca de mil espectadores, no empezó como marcaba el guión de un equipo que debe ganar para intentar apurar las opciones de ser Campeón. De nuevo las bajas condicionaron al entrenador azulgrana para confeccionar un once en el que entraron Elías y Christian para premiar su trabajo en los entrenamientos, a Charly, Rubén y Arribas para que cojan tono competitivo y a Domingo que empezó trabajando volcado a un costado y que terminó haciéndose el solo con el centro del campo haciendo del sancionado Manu. Los cuatro de atrás – con Adrián y Rubén en los costados más Anel y Charly – con Juan de la Mata en la primera linea de creación, más el tridente Domingo, Elías y Calleja para abastecer de balones a Mika y Dani Arribas, que aprovechó la baja de última de Gómez, baja por una fuerte contractura.

La puesta en escena fue ciertamente lamentable de los azulgrana, que pecaron de falta de intensidad y permitieron al Bembibre castigar a las contras y aprovechar la falta de sintonía – obvia por la falta de encuentros juntos – de la defensa y el portero local. Calleja, poco participativo en los primeros minutos, asumió la responsabilidad de dirigir las operaciones ofensivas con el 0-1 ya en el marcador, y el de Íscar empezó a encontrar a compañeros a los que asistir, por lo que el equipo mejoró en el último tercio de primera mitad e incluso pudo empatar el envite. Mika, extrañamente errático en la definición perdonó en el último tramo de la primera mitad lo mismo que en el arranque de la segunda, aunque el cántabro genera una angustia de tal calibre en las defensas rivales, que su tenacidad casi siempre tiene premio.

El acoso gimnástico a la portería de Ivanildo tomó tintes épicos y los goles empezaron a sucederse. En quince minutos mágicos, y mientras la Arandina caía ante el Bupolsa, Dani Arribas en dos ocasiones, Mika y Agus Alonso habían puesto el partido en la nevera. Los leoneses, tan tiernos como honestos, pagaron el esfuerzo de la primera mitad y temblaban cada vez que Calleja entraba en contacto con el balón y Mika iniciaba una carrera. Una chilena espectacular de Agus Alonso bien resuelta por Ivanildo y un último gol de Quino, que vino a premiar el trabajo de un jugador con más actitud que fortuna de cara al arco contrario culminaron un partido que empezó mal y que terminó con el público entregado al proyecto de una Gimnástica que sigue mostrando algunas lagunas puntuales en su juego, y una pegada demoledora.

Para ganar la Liga el Zamora tiene que perder ante el Uxama y la Gimnástica solventar una desventaja de goles a favor de dieciocho dianas lo que otorga el campeonato virtual a los zamoranos. La Arandina recibe al Astorga que se juega la tercera plaza y la Gimnástica viaja a Palencia para medirse al Cristo Atlético, que no se juega nada. Mejor ganar, aunque sea por un gol, que no andar mirando de reojo al Montecillo, por si acaso.